La reconversión de las cajas de ahorro era «imprescindible»
El gobernador del Banco de España asegura que la crisis de la deuda irlandesa obligó a actuar para salvar el crédito
MADRID. Actualizado: GuardarEl decreto ley que impone al sector financiero elevadas exigencias de capital y a las cajas de ahorro no cotizadas unos requerimientos todavía más severos «era imprescindible», asegura el gobernador del Banco de España, Miguel Fernández Ordóñez. Frente a las críticas del PP, que censura «el cambio sobre el cambio», o las quejas de dureza formuladas por algunas entidades, explicó que la crisis de la deuda soberana irlandesa levantó recelos sobre las entidades españolas más vulnerables e hizo que la desconfianza se extendiera al conjunto del sistema.
Sufrimos entonces una amenaza cierta de colapso de la financiación mayorista, con su secuela de una drástica reducción del crédito a empresas y familias que hubiera sido dramática en plena salida de la recesión, argumentó.
Por eso «no nos pudimos ni nos vamos a poder parar», reconoció, y justificó en esta necesidad de anticipación la tercera vuelta de tuerca de las cajas de ahorros, tras los ejercicios de concentración -las 45 entidades se han reducido a 17-, y de transparencia llevados a cabo. Incluso el cambio de marco legal se quedó pequeño.
Celebró que como El Cid después de muerto, el nuevo decreto «empieza a ganar batallas antes de haber nacido», en referencia a la distensión que ha experimentado la prima de riesgo de España en las últimas jornadas. En la medida en que la confianza se restablece, el diferencial entre el coste de la financiación de las obligaciones a diez años con el bono alemán equivalente se estrecha y el dinero resulta menos caro para todos.
Algo tendrá que ver en ello que «algunas cajas, en vez de quejarse, están poniendo en marcha los procesos» que necesitan para recapitalizarse, observó el gobernador, para apostillar que «las que se quejan. seguirán su ejemplo». Y también dejó entrever el gobernador que la nueva presión introducida sobre las cajas no solo solventa los problemas de desconfianza, sino que cumple con otras de sus mayores aspiraciones. «Todo lo que es recurrir al mercado de capitales profesionaliza, quieras o no quieras, la gestión», aseveró.
Necesidades de capital
Fernández Ordóñez ratificó que las necesidades de capital que tenían las entidades a fecha 31 de diciembre van a ser «claramente» inferiores a los 20.000 millones de euros de la estimación inicial. En opinión del Banco de España, la mayoría de los bancos no tendrán dificultades para cumplir, con datos de esa fecha, la exigencia del 8% de capital principal respecto a sus activos ponderados por riesgo.
Hay un grupo de cajas que satisfacen el requerimiento del 10% impuesto a las entidades no cotizadas; «unas pocas» sacarán sus bancos a Bolsa en los plazos previstos, y un conjunto de ellas, finalmente, podrán acudir, desde el primer día, a los recursos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que entrará en su capital en la proporción correspondiente al dinero aportado.
El FROB tiene recursos, tranquilizó el gobernador, que explicó en conferencia de prensa los detalles del decreto. El subgobernador y presidente del Fondo, Javier Aríztegui, que sigue desempeñando esta función tras la nueva regulación, detalló que en la tesorería de la institución hay 4.500 millones de euros, y existe una línea de crédito adicional por otros 3.000 millones. «Cuando se realizó una emisión de 3.000 millones, en dos horas conseguimos una oferta que duplicaba esa cuantía».
El responsable del instituto emisor concretó detalles del proceso de capitalización y del calendario. Las cajas de ahorro han visto frustradas algunas expectativas, porque uno de los filtros para la exigencia de un 10% de capital es el recurso al mercado mayorista al menos en un 20%. Si las apelaciones al Banco Central Europeo hubieran quedado fuera de ese cómputo -algo impensable, según el gobernador- alguna caja hubiera visto rebajados sus requerimientos.
Fernández Ordóñez se esforzó además por transmitir la idea de que la flexibilización de los plazos no puede interpretarse como una merma en el rigor. El 10 de marzo se conocerán las necesidades de capital, entidad por entidad. Desde ese momento podrán al nuevo FROB quienes precisen de esas ayudas. El 28 de marzo presentarán cada uno de los bancos y cajas afectados su estrategia para cumplir los requerimientos. El 30 de septiembre se conocerá la forma en que las instituciones han captado capital, ya sea público o privado. Que las entidades aspirantes a salir a Bolsa puedan estirar el periodo hasta marzo de 2012 se justifica, explicó, porque se exigen compromisos firmes, y porque una colocación de este tipo «no se puede tramitar con plazos perentorios».