Los empleados de la limpieza dicen que el ayuntamiento no paga a FCC

Los trabajadores de la empresa de limpieza viaria y recogida de basuras, FCC, volverán a convocar una huelga si no cobran a tiempo el salario de febrero. La compañía no les garantiza que esto suceda porque según asegura el comité de empresa en un comunicado, el ayuntamiento aún no le ha abonado el canon de febrero. Todo ello, a pesar del recorte de plantilla efectuado en septiembre precisamente para garantizar el pago de los salarios.

Tras varios meses de calma, los empleados de FCC, volvieron a protestar por la incertidumbre que padecen con respecto al cobro de sus nóminas. Una situación que se arrastra desde el 2009 y que el pasado 15 de septiembre se resolvió en el Servicio de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales.

El compromiso del área de Economía para que FCC disponga sin retrasos de la cantidad mensual recogida en el contrato, unos 60.000 euros mensuales, quedó sellado en un acuerdo que, según los propios empleados, ha sido incumplido por el ayuntamiento. Así, según el comité de empresa, a fecha de 18 de febrero, la empresa aún no había cobrado ninguna suma. En esta coyuntura, los empleados dicen estar hartos de que FCC los utilice como medida de presión contra el ayuntamiento y piden que ambas partes dejen de «jugar» y cumplan con los pactos firmados.

Cespa, en pie de guerra

Los que sí han convocado ya una huelga indefinida a partir del uno de marzo son los trabajadores de Cespa, la empresa que se dedica a la recuperación, el reciclaje y la transformación de residuos. El conflicto parte con el despido de cuatro trabajadores acusados de competencia desleal. Un asunto que se encuentra en los tribunales, aunque Cespa no ha querido esperar a que la sentencia del juez dictamine si estos empleados estaban incurriendo en competencia desleal al vender chatarra a otras empresas. La Unión General de Trabajadores, cuyo respondable provincial de la Federación de Servicios a la Comunidad, Juan Manuel Ruiz, se quejó de que Cespa se niega a sentarse a negociar, pese a que los trabajadores han facultado como interlocutor al sindicato. «La empresa no puede ser juez y parte, pero sólo quiere sentarse con el abogado y así cierra toda posibilidad de diálogo».

De este modo, «ante la falta de voluntad de la empresa», UGT ha convocado un paro parcial de dos horas durante un plazo de tiempo indefinido. Los empleados también se concentrarán en la puerta del ayuntamiento portuense con el objetivo de que tome partido como mediador entre ambas partes o que retire la concesión administrativa de Cespa. Los empleados ya protagonizaron una jornada de huelga hace varias semanas.