Gómez Rufo mezcla amor, intriga e historia en 'La abadía de los crímenes'

Intriga, historia, asesinatos, sexo, mucho humor y más amor. De todo eso hay en la última novela de Antoni Gómez Rufo , un narrador de largo aliento que vuele a la arena con 'La abadía de los crímenes' (Planeta). Saltamos a siglo XIII para conocer las pasiones, ambiciones e intrigas enquistadas en un monasterio en el que poder y religión echan un pulso y la vida se cruza con la muerte. Es, según Gómez Rufo , una novela «sin género» trufada «de humor, pasión lujuria y política» que despliega un panoplia de memorable personajes femeninos. «Alzo el telón de la historia para mostrar el papel de la mujer, condenada a la mera reproducción durante siglos, a pesar de su manifiesta superioridad sobre los varones», asegura el narrador que concede a las mujeres casi todo el protagonismo de una narración que lanza cargas de profundidad contar el nacionalismo.

Se remonta a un momento histórico crucial, el reinado de un Jaime I de Aragón, empeñado en conquistar tierras moras al que sugirieron «tomar Mallorca sólo con tropas y unos nobles catalanes». «Ya apuntaban maneras, me dije, para quedarse con el botín y las tierras». Combina el análisis histórico y político -el origen «perverso» del nacionalismo catalán- con una intriga que mantiene en vilo al lector hasta la última página. Un misterio que se cobra muchas vidas y que resolverán la monja navarra Constanza en tres frenéticas jornadas «plagadas de sorpresas y letanías».

Aunque la evocación de 'El nombre de la rosa' parezca natural, explica Gómez Rufo que no hay muchas conexiones con aquella novela de Eco que disparó el interés por la intriga policía en un marco histórico. Religión, sexo en un entorno cerrado y hostil, la vida cotidiana de las mujeres en un mundo de hombres, el enfrentamiento entre la nobleza independentista y la figura centralizadora del rey son algunos de los mimbres sobre los que Gómez Rufo traba el poliédrico relato. «Temas eternos tratados desde una perspectiva actual».