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Está permitido soñar
El San Fernando se coloca a un punto de la fase de ascenso gracias a una trabajada victoria ante el Mairena
SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar¿Y por qué no? ¿Qué hay de malo en soñar en esto del fútbol? ¿Quién dice que el San Fernando no va a ser capaz de terminar la liga entre los cuatro primeros y afrontar con entereza la fase de ascenso a Segunda B? Después de ganar ayer al Mairena la diferencia quedó reducida a un solo punto y ahora lo que falta es, si cabe, lo más importante de todo.
Antonio Iriondo tiene que trabajar el aspecto psicológico para afrontar el próximo partido en El Puerto de Santa María. Si el equipo es capaz de romper la barrera mental que parece que se edifica cada vez que se acerca a los cuatro primeros en la tabla, y aquella otra que consigue que los once jugadores se conviertan en un bloque completamente distinto cuando juega fuera de casa al que lo hace como local, la vereda hacia la recta final del campeonato se afrontará de una manera completamente distinta a tal y como se han visto las cosas hasta el momento.
Pero eso es lo difícil. El San Fernando tiene que empezar a darse cuenta de que debe salir más fuerte en esos campos de Tercera y demostrarse a sí mismo y a su público que es capaz de doblegar a un rival medianamente fuerte, porque hasta el momento 'no le ha ganado a nadie'.
Contra el conjunto sevillano, ayer, dio una pista de cuál debe ser el camino a seguir. Hay veces en las que los partidos no se ganan jugando bonito, sino corriendo más que el contrario, mostrando más oficio y metiendo la pierna.
Y esas tablas las enseñó el conjunto azulino ante los de Eusebio Navarro. Primero, porque fue capaz de encontrar la manera de abrir la lata ante un equipo ordenado, exquisito en la estrategia y disciplinado en las tareas defensivas. Capi encontró la fortuna con un disparo que desvió un defensa al fondo de la portería defendida por Pablo y que puso en ventaja a los de casa.
Segundo, porque no desfalleció cuando se encontró con el revés que suponía que le empataran a los nueve minutos de ponerse por delante (28'). Chungui salió 'chungo' de una jugada en la que tuvo el gol pero se dio un golpetazo contra el poste que lo obligó a ser retirado en camilla y sustituído. David Zamora y sus reflejos le habían aguado la fiesta, pero al menos Víctor González no falló en segunda instancia, en boca de gol, y consiguió que el esfuerzo de su compañero no hubiera sido en valde.
Y tercero y lo más importante, porque siempre fue de cara a por el partido y ni tan siquiera el fallo de un penalti a los cinco minutos de la segunda parte le aplacó el ánimo a la hora de buscar la portería alcoreña. Castillo, que ayer estaba tronco, tronco, no eludió la responsabilidad de sus galones pero su lanzamiento se lo adivinó el cancerbero visitante.
Ni por esas se amilanó el San Fernando, que en posesión sí era demoledor. Y tanto trabajo terminó por encontrar su premio. Sergio Beato fabricó medio gol con un gran balón colgado y el otro medio lo aportó Pedro Carrión, cuyo remate en salto fue inapelable.
Los puntos se sumaron, que era lo importante, y esa deberá ser la línea a seguir. La única nota negativa fue la expulsión de Sachetti en los últimos instantes, la segunda consecutiva para el argentino, que no podrá jugar en el José del Cuvillo.