Alarma por la lesión de Valdés en su rodilla izquierda

El Barcelona vivió en las horas previas al partidode ayer ante el Athletic lo más parecido a un estado de 'shock' provocado por la enigmática lesión del portero Víctor Valdés, revelada por la mañana por un medio de comunicación en contraste al extraño hermetismo que desde hace tiempo se ha instaurado en el club en lo referente a las cuestiones médicas.

A última hora de la tarde, con los jugadores ya calentando en el césped del Camp Nou, el club envió un parte médico que tampoco aclaraba demasiado el alcance real del percance del guardameta: «El jugador sufre una distensión de la cápsula posterior de la rodilla izquierda. Las molestias comenzaron en el transcurso del partido del miércoles ante el Arsenal y se han mantenido a lo largo de las últimas horas. Desde entonces, el futbolista ha estado haciendo trabajo de fisioterapia y este domingo (por ayer) ha iniciado tratamiento de PRP (factores de crecimiento). La evolución de estas molestias marcará su disponibilidad para los próximos partidos».

Se habla de al menos tres semanas de baja, pero de forma extraoficial. Alguna versión se inclina por mes y medio de baja como poco. Nadie quiere aventurarse a asegurar que llegará el 8 de marzo al choque de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones. Su visita dominical a la consulta del doctor Ramón Cugat demuestra que la preocupación es muy seria. La alarma se intensifica porque Valdés es un titular indiscutible. Aunque Pinto nunca ha hecho ningún estropicio cuando ha jugado -es el habitual en la Copa y disputará la final del 20 de abril ante el Madrid-, parte del entorno azulgrana no se lo acaba de creer como una garantía. Y en el filial azulgrana de Segunda División, Luis Enrique ha alternado a Rubén Miño, Jordi Masip y Oier Olazabal, señal de que ninguno acaba de convencerle del todo. El Barça no descarta pedir permiso a la Federación para contratar otro portero si el tiempo de baja de Valdés va para largo.