Una disputa de sangre en Albania cierra la carrera por los Osos
Joshua Marston consigue el aplauso de crítica y público con 'The forgiveness of God', que entra en la terna de posibles ganadoras
BERLÍN. Actualizado: GuardarHace siete años, Joshua Marston, un inteligente y sensible director estadounidense, recibió la distinción Alfred Bauer, que premia la innovación artística con su cinta, 'María llena eres de gracia'. Este año regresa a la Berlinale y, tal como ocurrió en 2004, su último filme, 'The forgivness of Blood', podría obtener una distinción. En ella vuelve a demostrar que es dueño de una rara virtud para descubrir temas originales y llevarlos a la pantalla con sobriedad, calidad y buena actuación. La cinta se convirtió en la segunda película de la competición oficial en recibir una ovación por parte del público y la crítica, algo que la incluye en la lista de las que pueden ser premiadas.
«No me interesa hacer un retrato de violencia, en sí misma, sino de lo que ésta esconde», explicó el realizador, de regreso en el festival que le catapultó a él y a la actriz de su primer filme, la colombiana Catalina Sandino-Moreno, a primera línea internacional.
También esta vez se apuntala Marston en dos rostros adolescentes, Tristan Halilaj y Sindi Lacej, los dos hermanos a los que les viene encima la tarea de sacar a su familia adelante, cuando el padre huye para escapar tanto a la justicia rural como a la oficial.
Rudina, la muchacha, deja aparcados sus estudios para salir a vender pan, en una carreta tirada por un caballo, único sustento familiar; Nick, su hermano, busca una salida desde la situación de arresto domiciliario que se le impone, de acuerdo a la ley albana y mientras el padre no haya zanjado su deuda.
Corresponderá a los muchachos y a su madre resolver la situación a que el mundo de los hombres adultos, anquilosados en unas reglas inquebrantables, parecen destinarlos. También puede optar a un premio la cinta húngara 'The Turin Horse' de Bela Tarr, un filme que tanto puede aburrir al público normal como fascinar a los teóricos del cine.
La fiesta cinematográfica se clausuró ayer con la proyección fuera de concurso de la película 'Unknown identity', dirigida por el catalán Jaume Mollet -Serra, un furioso 'thriller' rodado en Berlín. El realizador tenía un buen guion en sus manos, pero cometió el pecado de salpicarlo con escenas de violencia que convierten su película en algo parecido a una caricatura, incluida el espectacular estallido de una bomba en el famoso Hotel Adlon de la capital.
En la directora y actriz italiana Isabella Rossellini, como presidenta del jurado, recae principalmente la responsabilidad y, como siempre dice el director del festival, Dieter Kosslick, todos los concursantes pueden llevarse el Oro, inclusive aquellos que fueron abucheados o cosecharon las peores críticas.
El claro favorito es Farhadi, con su magnífica 'Jodaeiye Nader az Simin' (Nader and Simin. A Separation), un filme que coloca al espectador en el Teherán de hoy, habitado por seres de carne y hueso, con todas sus diferencias y cercanías a los ciudadanos occidentales.
Sería el Oso «fácil», contra el que no rechistaría nadie, pero que difícilmente se quitaría del todo la etiqueta de premio políticamente correcto, como mensaje de solidaridad a su compatriota Jafar Panahi, miembro «ausente» del jurado por cumplir una condena por conspiración en su país.
La condición de claro favorito no quita que a Rossellini y su gremio se les pueda ocurrir apostar por opciones complejas, como por ejemplo el filme de Tarr, «A Torinoi Ló» (»The Turin Horse»), exponente de cine difícil que algunos adoran y otros repudian.
Tanto la revista de la Berlinale , 'Screen', como distintos ranquings en la prensa de la Berlinale sitúan a ese dúo en cabeza de las preferencias de los críticos, seguidos de títulos como «Schlafkrankheit», un excelente filme alemán que discurre en África.
Las favoritas
El filme de Marston no entra en esas cábalas, puesto que se proyectó hoy, pero la ovación con que se le recibió lo coloca cuando menos en posición de presunta sorpresa de última hora. Entre los dos filmes latinoamericanos a competición, 'El Premio', de la argentino-mexicana Paula Markovitch, y 'Un mundo maravilloso', del argentino Rodrigo Moreno, se da a la primera como muy probable ganadora de algún galardón, salvo sorpresas.
Otros candidatos que suenan en las quinielas, en este caso a Oso de Plata de interpretación, están desde Ralph Fiennes, por su impactante 'Coriolanus', a la tropa de magníficos actores de 'Margin Call', encabezados por Kevin Spacey, o el joven ruso Anton Shagin, protagonista del filme sobre la catástrofe de Chernobyl.
Las apuestas acerca de las actrices son algo más confusas. Ahí está el dúo protagonista de la israelí 'Odem', la misma Lacej del filme de Marston o, por qué no, a la alemana Lena Lauzemis, por su papel de Gudrun Ensslin, la novia del fundador de la Fracción del Ejército Rojo (RAF), Andreas Baader.