TODOS NO VALEN LO MISMO

No se puede decir más con menos palabras. «Es un día de justicia para Contador pero de injusticia para otros». Un mensaje en el 'twitter' de Alejandro Valverde el pasado miércoles, cuando se conoció la decisión del Comité de Competición de la Federación Española de Ciclismo de absolver al corredor de Pinto de la propuesta de sanción de un año que le había sido impuesta, ha removido las entrañas de muchos. De esas verdades que hacen agachar la cabeza y esconder la mirada. Lo sucedido no deja de ser un agravio comparativo. A la defensa del tres veces campeón del Tour han salido nombres de peso como Zapatero, Rajoy, Alejandro Blanco o hasta el presidente de la Audiencia Nacional. El murciano, por contra, ha tenido que enfrentarse completamente solo a una larga persecución que ha terminado con una sanción de dos años que suscita muchas dudas, orquestada por la UCI, el CONI y la AMA. Muchas voces señalaron un ajuste de cuentas al deporte español por las sanciones a Basso o Ulrich, víctimas de una 'Operación Puerto' que también ha sido centro de muchas polémicas. Estoy convencido de que Contador es completamente inocente. Sus ojos y su voz entrecortada en su aparición tras conocer la noticia lo dicen todo. También tengo fe ciega en que Valverde nunca ha hecho trampas. No se encontraron, de hecho, pruebas rotundas que lo implicaran.

Pero lo que escuece es el hecho de que no se traten a unos con el mismo rasero que a los otros. Contador ha tenido la fortuna de ser un ganador de la hornada que ha colocado al deporte español en lo más alto y de la que también han salido otros como Gasol, Alonso o Nadal. Antes caímos bien porque perdíamos siempre. Ahora, por intereses, nos llaman tramposos, pero la realidad es que el sistema de control del dopaje en este país va con una década de retraso respecto al resto de Europa. Por eso, los que hablaron en nombre de Contador no lo hicieron por él, sino para defender una imagen. Y lo que evidencia es que algunos valen más que otros.