Argelia se prepara con cautela para la gran manifestación de hoy
Los organizadores de la protesta sospechan que el anuncio de fin del estado de emergencia puede abrir paso a una ley más restrictiva aún
RABAT. Actualizado: GuardarEl anuncio de que se levantará el estado de emergencia antes de que acabe febrero no ha convencido a los manifestantes argelinos, que se preparan para otra gran convocatoria de protesta hoy en las principales ciudades del país. «La barrera del miedo se ha superado», aseguran los organizadores, que piden reformas democráticas en el país y el fin del régimen militar que gobierna Argelia.
El ministro de Exteriores argelino, Murad Medelci, que se encontraba ayer en España, aseguró que no han recibido ninguna petición de manifestación para mañana, por lo que no ha sido prohibida. El pasado sábado 13, los manifestantes desafiaron el veto de las autoridades y salieron a la plaza Primero de mayo en Argel para pedir cambios democráticos en el país. Sin embargo, la convocatoria apenas consiguió reunir a 2.000 personas, que se toparon con un despliegue policial de 30.000 agentes. Las salidas y las entradas de la capital fueron, además, bloqueadas para evitar que más personas se unieran a las protestas.
«Argelia marcha por el cambio. Nuestra lucha va más allá del levantamiento del estado de emergencia», aseguró ayer a la agencia AFP Fodil Bumala, uno de los fundadores de la Coordinadora Nacional por el Cambio y la Democracia (CNCD), una plataforma que agrupa a organizaciones de la sociedad civil, partidos políticos y sindicatos autónomos argelinos.
Suprime derechos
El estado de emergencia, instaurado en 1992, suprime gran parte de los derechos de los ciudadanos, entre ellos el de reunión, por lo que la manifestación del pasado sábado, pese a concentrar solo a un par de miles de personas, se convirtió en una de las más numerosas que ha presenciado el país en los últimos años. Pese al anuncio, el Gobierno podría estar preparando, sin embargo, una ley antiterrorista más restrictiva aún que el estado de emergencia, asegura Bumala.
Según el ministro de Exteriores, la fuerte presencia policial de la semana pasada se debía por la necesidad de «asegurar el recorrido» y evitar disturbios, ya que «no tenemos ganas de volver a vivir las manifestaciones tan sangrientas vividas hace una década», informó Efe.
Las protestas comenzaron el pasado mes de enero en Argelia, principalmente originadas por la subida de los precios de los productos de primera necesidad, pero también causadas por el descontento social que generan la pobreza y el elevado índice de paro que registra el país. Desde entonces, la represión policial de las revueltas ha dejado cinco muertos y más de 800 heridos.