Economia

Las políticas de austeridad lastran el crecimiento económico

La reducción del gasto público por los ajustes gubernamentales pasó factura al conjunto de la actividad en el último trimestre del año

MADRID. Actualizado: Guardar
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Las políticas de austeridad han empezado a pasar factura al crecimiento. El gasto de las administraciones públicas, que hasta mediados de 2009 contribuía de forma positiva al Producto Interior Bruto (PIB), ahora resta unas décimas que alejan aún más a España de la deseada expansión de la actividad. El Gobierno mantiene su convicción de que en 2011 el sector privado relevará al Estado como dinamizador de la economía.

Según los detalles de la Contabilidad Nacional publicados por el INE, el consumo agregado se estancó en el último trimestre de 2010 respecto al anterior. En ese parón fue decisiva la evolución del sector público, que cayó un 0,7%, mientras que la demanda de los hogares avanzó un 0,3%. En términos interanuales, el bajón fue mayor, del 0,9% -cierra un ejercicio con cuatro trimestres consecutivos de caídas-, suficiente para amortiguar el repunte del 1,7% del consumo familiar. Como consecuencia, la demanda nacional apenas redujo una décima su contribución negativa al PIB, hasta el 0,6% interanual.

Al trazar las grandes líneas de su política para la recuperación, el Gobierno tuvo que optar entre fomentar el crecimiento o reducir el déficit. Apremiado por sus socios del euro, José Luis Rodríguez Zapatero, se inclinó en mayo pasado por atacar los números rojos y aprobó un decreto de ajustes con rebajas de sueldos públicos, congelación de pensiones y recortes de inversión. La consecuencia inmediata fue la revisión del cuadro macroeconómico para reducir medio punto de la previsión de crecimiento del PIB en 2011, del 1,8% al 1,3%.

El peso específico del consumo de las administraciones públicas sobre la actividad es de alrededor del 10%. Por ello, no puede atribuirse a su contracción la caída interanual del PIB del 0,1% en 2010. Los males de la economía son variados: en el cuarto trimestre la inversión cayó un 6,1% interanual y el sector de la construcción sigue en la indigencia. No obstante, si el gasto público se mantuviese en los niveles de 2008, España estaría más cerca de abandonar el último vagón de Europa, donde viajan los países abonados a los números rojos. En el horizonte hay signos alentadores: la economía creció entre octubre y diciembre un 0,2% respecto del anterior trimestre, y un 0,6% comparado con el mismo período de 2009.

Sector exterior

La flojera de la demanda nacional fue compensada por una mejora del sector exterior, que aportó un 1,2% al crecimiento del PIB. Las exportaciones aumentaron un 10,5% interanual (un 7,2% las de servicios y un 12,3% las de bienes), por lo que la demanda externa encadena tres años seguidos de aportación positiva. Las importaciones también mejoraron su evolución, con un avance del 5,3%, sobre todo por la mejora registrada en los servicios, donde avanzaron un 4,8%.

El empleo moderó dos décimas su ritmo de descenso, hasta el 1,4%. El dato, no obstante, es malo, pues su traducción a puestos de trabajo supone la reducción de 238.000 empleos a tiempo completo en un año. Se sigue destruyendo en la industria, en servicios de mercado y, especialmente, en la construcción, mientras aumenta en la agricultura y los servicios de no mercado.

De cara a 2011, el secretario de Estado de Economía aseguró estar «cómodo» con sus previsiones de crecimiento, pese al desacuerdo de los analistas, que las reducen a la mitad. «Los crecimientos intertrimestrales son alentadores», afirmó José Manuel Campa, que abogó por «apuntalar» ahora esos repuntes.