El PP valenciano presiona a Rajoy al proclamar a Camps como candidato
La decisión se produjo por sorpresa pese a que Cospedal había ratificado por la mañana la confianza de Génova en el presidente
MADRID. Actualizado: GuardarNervios en Valencia. La dirección regional del PP convocó en la tarde de ayer una reunión urgente de su comité electoral para designar «por unanimidad» a Francisco Camps como candidato a la presidencia de la Generalitat valenciana. ¿Un pulso a la dirección nacional? Génova desconocía este cónclave, pero fuentes de la dirección nacional intentaron quitar hierro a este paso adelante de la guardia pretoriana de Camps asegurando que es un «trámite» que tienen que cumplimentar todas las direcciones regionales.
La decisión final, como reconocieron anoche los propios populares valencianos, solo la pueda adoptar el comité electoral nacional. Los incondicionales de Camps quieren que sea candidato «ya», porque temen que su líder pueda acabar en el banquillo antes de los comicios. Este gesto tiene también un componente de irritación. En la ciudad del Turia no entienden por qué el comité electoral nacional se reunirá esta semana para proclamar oficialmente a María Dolores de Cospedal como candidata e Castilla-La Mancha y no se incluye a Francisco Camps. «Los tiempos del partido los marca Rajoy», indicó a este periódico un miembro de la dirección nacional.
Lo curioso es que este gesto se produjo horas después de que Marái Dolores de Cospedal asegurara que Camps «será el candidato del PP», aunque es cierto que no concretó cuándo se haría definitivamente oficial esta designación.
De hecho, la intervención de la número dos del PP tras la reunión del comité de dirección del partido hizo pensar en un cambio de estrategia de los populares. La corrupción desplaza a la economía como principal argumento de oposición al Ejecutivo socialista. Al menos esa será su estrategia durante las próximas semanas, en las que el procedimiento penal que se sigue en Valencia contra Francisco Camps se colará de lleno en el rifirrafe político diario, pese a las recomendaciones que realizó el domingo José Luis Rodríguez Zapatero para que el PSOE esquivara la controversia y se centrara en el empleo.
Más allá de que se trate de un ataque preventivo, lo cierto es que María Dolores de Cospedal anunció ayer que el Gobierno atraviesa una seria «crisis política» por su falta de respuesta ante casos judiciales «tan graves» como el del chivatazo a ETA, los ERE irregulares en Andalucía, la presunta compra de votos en Melilla con dinero público y «la doble vara de medir» que, a juicio de la número dos popular, utiliza la Fiscalía General del Estado a la hora de actuar en diligencias que afectan a miembros del PP o del PSOE.
De hecho, el órgano acusador se ha convertido en una especie de enemigo público para el PP, sobre todo tras solicitar una multa de 42.000 euros a Francisco Camps, a quien consideran autor de un delito de cohecho impropio por aceptar entre 2005 y 2008 regalos por importe de 14.201,5 euros -doce trajes, cuatro americanas, cinco pares de zapatos y cuatro corbatas- de una de las empresas de la presunta trama corrupta que dirigía Francisco Correa.
María Dolores de Cospedal calificó de «sorprendente» y «escandaloso» que la Fiscalía «haya pedido lo que ha pedido por cinco trajes» mientras que se ha quedado de brazos cruzados en asuntos tan «graves y claros» como la «utilización de dinero público» para pagar jubilaciones «irregulares» en Andalucía o el desvío de «millones y millones de euros de Caja Castilla-La Mancha».
La secretaria general del PP respondió, tras la reunión del comité de dirección del PP, a una docena de preguntas relacionadas con Camps. Cospedal definió a su compañero de partido como «una víctima» y acusó de manera directa a la Fiscalía de actuar en este caso como «un arma de ataque político en toda regla». «Camps es el presidente de Valencia y el candidato del PP», fue la respuesta que más repitió la lugarteniente de Rajoy.
Paso atrás
En dos ocasiones le plantearon los periodistas a la secretaria general si el PP vería con buenos ojos que Francisco Camps diera un paso atrás y renunciara a su cargo para defender mejor su inocencia como ha hecho el alcalde de la localidad madrileña de Boadilla del Monte, imputado por el 'caso Gürtel'. «Yo no sé lo que está en la mente del señor Camps», apostilló, a la vez que incidía en que Camps «es el candidato del PP» en Valencia y su nominación dependen «de los tiempos del partido».
Cospedal desveló que tanto ella misma como el presidente nacional, Mariano Rajoy, habían conversado telefónicamente con Camps en las últimas 48 horas para analizar el procedimiento judicial.
Fuentes de la dirección nacional indicaron que en esa charla se ha hecho hincapié en que la acusación contra Camps solo se basa en la «declaración de un sastre que está imputado en otro procedimiento por facturas falsas».
Estas mismas fuentes han puesto el acento en que el hecho de que las encuestas otorguen a Camps una victoria más holgada que hace cuatro años obedece a que «los ciudadanos son conscientes de que se trata de una persecución política» contra el presidente de los populares valencianos. Por lo tanto, y salvo debacle judicial, todo hace indicar que Camps será el elegido.