Desde hace una semana solo están funcionando los servicios mínimos de Urbanos Amarillos. :: JAVIER FERGO
Jerez

El comercio agoniza ante la huelga

El paro de los autobuses está provocando pérdidas del 50% en los pequeños negocios y del 70% en la plaza

Almudena Doña Jerez Actualizado: Guardar
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Los comerciantes de Jerez están contando los días que faltan para que los conductores de Urbanos Amarillos pongan fin a la huelga del transporte. Cada jornada que transcurre, cada hora de paros, supone para ellos una sangría cada vez más difícil de asumir por parte de un sector salpicado sin piedad por la crisis y la proliferación de grandes superficies.

Hoy hace una semana que los trabajadores iniciaron la protesta y, desgraciadamente para usuarios y demás perjudicados, el conflicto no tiene visos de acabar a corto plazo. Mientras, los pequeños empresarios hacen cuentas y calculan cuánto están dejando de ganar, y en muchos de los casos esa fatídica cifra llega al 50% de la recaudación habitual, como confirmó a este medio el presidente de la asociación Asunico, Manuel García.

«La huelga la llevamos bastante mal, es lo que nos faltaba. Poco podemos hacer, porque no depende de nosotros. Lo que el Ayuntamiento debería es buscar una solución definitiva para el transporte». La resignación sería la palabra ideal para describir el estado en el que afrontan este nuevo revés, mostrando una especial comprensión hacia la plantilla y centrando atenciones, una vez más, en la responsabilidad municipal.

«Habría que hacer una evaluación de cuántos pasajeros se han perdido desde que empezaron los primeros problemas con la antigua concesionaria. Los trabajadores no pueden estar convocando una huelga cada dos por tres, porque eso es insoportable para el usuario, para el comercio y para ellos. Han reducido plantilla, tocado recorridos, etcétera y se han ido perdiendo muchos clientes; eso no puede seguir así».

En algunos casos la situación es incluso más crítica, como ocurre con el Mercado de Abastos, que afronta pérdidas de hasta el 70%, ya que la inmensa mayoría de sus clientes son usuarios del transporte público. Por ello, García apeló a la intervención del Consistorio como elemento clave en la resolución del problema. «El servicio no funciona bien y las concesionarias necesitan un compromiso firme del Ayuntamiento, que garantice un servicio en condiciones. Deberían arreglar el transporte y también fomentar el diálogo con los trabajadores y que se llegue a un punto de encuentro».

A pesar de que han sido muchas las voces que han solicitado la implicación de la administración como mediadora, lo cierto es que cuando la alcaldesa o la delegada del ramo se han manifestado sobre el asunto, se han posicionado claramente del lado de la empresa tachando la protesta de «injustificada» e «incomprensible».