«Todo intérprete ha de tener voz propia»

Echar un vistazo al currículum de Rosa Torres-Pardo deja sin aliento. Ha grabado varios discos -el último, 'Tangos, habaneras y otras milongas' junto al Cuarteto Assai-, su piano ha subido a los auditorios más prestigiosos de todo el globo, ha acompañado a orquestas y filarmónicas de primer orden, la han dirigido importantes batutas y ha trabajado codo a codo con artistas de la talla de Plácido Domingo y María Bayo. Su última compañera será Ana Belén, con el espectáculo 'Música callada, la vida rima', un diálogo entre música y poesía que dará la vuelta por toda España en los próximos meses. A las ocho de esta tarde recala en el Villamarta para rendir tributo a varias generaciones de compositores universales, entre ellos Albéniz, de cuya obra es toda una experta.

-¿Cómo será el concierto de esta noche?

-Pues tendrá un programa dividido. Por un lado, estará dedicado a los autores románticos, como Robert Schumann y por otro a españoles como Manuel de Falla.

-Acaba de publicar 'Tangos, habaneras y otras milongas'. Tengo entendido que es un disco caribeño muy vinculado a León...

-Sí, llevo muchos años trabajando con el Cuarteto Assai. Tenemos un festival en León desde hace trece años y hemos tocado esta música. Es algo entre amigos pero que tiene mucho éxito. Todos los años se agotan las entradas. Teníamos pendiente guardar un recuerdo y grabar un disco. Recoge música española inspirada en tangos, habaneras...

-Dicen que es una intérprete con mucha personalidad, que imprime su estilo a las composiciones que toca.

-Cada intérprete tiene una voz. Me encanta que me lo reconozcan. Uno ha de ser auténtico a la hora de interpretar, escuchar tu propia voz, es lo que te hace personal. Tienes que estar también convencido de lo que haces.

-Participó en la cinta 'Iberia', de Carlos Saura, basada en la obra de Albéniz. ¿Qué le fascina más del compositor?

-Su gran personalidad, su gran amor por la música española. Es un pianista romántico, por un lado, pero bajo la mirada de un español al que le gusta su propia música. Cuando estuvo exiliado tenía mucha nostalgia de España. Su obra es difícil. La he interpretado y he aprendido mucho.

-Supongo que habrá muchos autores difíciles de interpretar...

-Siempre es bueno tocar lo que te apetece. A veces uno puede elegir el repertorio, pero otras veces te lo encargan. Pero la verdad es que siempre es mejor que sea uno el que decida, eso influye. Yo reconozco que me siento muy unida a los rusos, me encantan, sobre todo Beethoveen.

-¿Es importante el estado de ánimo a la hora de acercarse a cada compositor?

-A veces se dice que hay que estar sufriendo para interpretar una pieza que hable de desgarro o desamor, pero eso es un tópico. Lo importante es el trabajo, la dedicación. Cuando he estado mucho tiempo trabajando, dedicándole muchas horas, es cuando más he conseguido acercarme a la obra de un autor o tocar mucho mejor.

-Ha actuado en muchos auditorios de primer orden, ¿puede destacar algún concierto muy especial?

-Siempre que actúo en el Teatro Colón de Buenos Aires es especial. El teatro es precioso y la atmósfera, única. Los argentinos llevan la delantera en todo lo referente a la cultura.

-¿En qué etapa se encuentra?, ¿qué espera de este momento?

-Lo que estoy haciendo es trabajar con otros artistas, bailarines, actores, hacer cosas distintas. He trabajado con Lola Greco en 'Iberia', de Carlos Saura, al que incité personalmente a hacer la película; también con José Luis Gómez y ahora voy a recorrer los teatros con Ana Belén, a la que me llevo a mi terreno. Vamos a hacer un espectáculo de poesía y música y además, ella va a cantar obras de autores más propios de la música clásica. Quiero buscar otros espacios, otra forma de disfrutar de lo que hago. A veces estamos acostumbrados a ponernos detrás de un piano y tocar, pero la puesta en escena es muy importante y eso es bueno para atraer al público.