Piden juzgar a Berlusconi con urgencia por pruebas evidentes
La Fiscalía cierra el 'caso Ruby' y confirma la acusación al primer ministro de abuso de poder y prostitución de menores
ROMA. Actualizado: GuardarLa Fiscalía de Milán solicitó finalmente ayer el procesamiento del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tras investigar durante un mes y 19 días su papel en el 'caso Ruby', en el que le acusan de concusión -abuso de poder- y prostitución de menores. Ha pedido al juez que sea por vía urgente, fórmula que salta la audiencia preliminar cuando la acusación cree tener pruebas claras. Los fiscales aseguran en su auto de 782 páginas, del que se sabe casi todo aunque puede deparar sorpresas, que cuentan con «la evidencia de la prueba». Ahora el magistrado debe decidir si ordena seguir el procedimiento ordinario.
Pese a que el clamor mediático se centra en las fiestas eróticas del magnate y sus presuntas relaciones de pago con Karima el-Mahrough, 'Ruby', cuando era menor de 17 años, lo cierto es que la imputación más grave es la concusión, que prevé una pena de cuatro a doce años de cárcel. Se basa en una llamada que Berlusconi hizo la noche del 27 de mayo de 2010 a una comisaría de Milán, donde 'Ruby' estaba detenida por robo. El primer ministro aseguró que la joven era sobrina de Hosni Mubarak, el presidente egipcio, y pidió que la entregaran a una persona de su confianza, como así fue. Para los fiscales es el delito más grave y el más claro, cometido además para encubrir el otro, sus relaciones de prostitución con la menor.
Berlusconi niega todo. Ayer volvió a tronar que «son procesos farsa», con acusaciones «risibles e infundadas». «Un asco y una vergüenza», resumió. En el ápice de su teoría de la conspiración, donde los tribunales violan la ley y planean un golpe encubierto, anunció que denunciará al Estado «ya que no hay responsabilidad de los jueces». De todos modos dijo no estar preocupado: «Soy un señor rico que puede pasar su vida haciendo hospitales para niños», pero insistió en que está en política para servir a su país y le turba que el escándalo ensucie la imagen de Italia.
En realidad admitió la llamada desde el primer momento, pero dijo que era solo «una ayuda» y no presionó a nadie. Además mantiene que creía realmente que 'Ruby', que estuvo al menos trece veces en su casa desde el 14 de febrero de 2010, era sobrina de Mubarak. Respecto a la prostitución, sostiene que en su casa solo hay cenas formales y nunca ha pagado por una mujer. Ha aportado en su defensa 29 testimonios, aunque todos son de personas que, de un modo u otro, reciben dinero suyo.
En su contra, aunque solo sea prueba de que miente y no delito, pesan los rastros de los móviles de decenas de chicas, que demuestran sus presencias en su casa de Arcore, y conversaciones grabadas que revelan pagos de entre 2.000 y 10.000 euros por noche, además de transferencias, regalos y pisos.