Miguel Ángel Pérez y José Ramón García vivirán el torneo del KO desde el otro lado

La Copa del Rey, baloncesto en estado puro. Espectáculo dentro y fuera de la cancha. Una competición mágica no sólo para jugadores y entrenadores o para los aficionados, sino también para los que se encargan de poner justicia sobre la pista. Pese a la presión, que no es poca, ser designado para dirigir partidos en el torneo del KO es todo un orgullo.

Y cualquiera no cuenta con ese privilegio. La ACB ha designado a los 12 colegiados en mejor momento y entre ellos hay dos que llevan con orgullo el haber nacido en Cádiz.

Sobre todo Miguel Ángel Pérez, que por circunstancias de la vida cambió el sur por el norte y lleva varios años viviendo en Galicia. Para el puertorrealeño, a pesar de que será la octava ocasión en la que participe en la competición del KO, poder vivir de cerca el ambiente que genera es siempre especial. «Es una satisfacción enorme. Los 12 que venimos estamos muy contentos de estar aquí porque es un evento en el que se respira baloncesto durante todo el tiempo. Aunque viva en Galicia, está claro que Cádiz es mi tierra y lo llevo siempre a orgullo».

En su decimosegunda temporada en la ACB, y con la experiencia que otorga ser árbitro internacional, sigue disfrutando como el primer día de una competición en la que siempre se dan sorpresas. «Se dice que la final será Barça-Madrid, pero lo bonito de la Copa es que puede ganarla cualquiera».

Lo mismo que opina José Ramón García, quien sigue disfrutando de su profesión a pesar de que lleva pitando en la ACB desde 1992 y como internacional, desde 1999. «Es un torneo especial por muchas cosas, y entre ellas la tensión a la que estamos sometidos. Es todo un escaparate y eso nos hace estar muy metidos. Lo bonito es que cualquier equipo puede hacerlo bien y llevarse el título».