Ayuso, felicitada por la fiscal Antidroga de Cádiz, Ana Villagómez. :: M. G.
ángeles ayuso - reelegida fiscal jefe de cádiz

«Esta andadura será más fácil porque trabajo sobre cimientos que he dirigido»

Los delitos en la Red y la atención a los enfermos mentales son algunos de los retos que se plantea tras salir reelegida en el cargo

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Las quinielas no han fallado esta vez. La fiscal jefe de la provincia, Ángeles Ayuso, fue reelegida ayer en el cargo por el Consejo Fiscal. A diferencia de la anterior elección, en la que no contó con el respaldo de la mayoría de los vocales, Ayuso afronta un nuevo mandato de cinco años tras haber aglutinado nueve de los doce votos del Consejo -tres procedían de la corriente conservadora, otros tres de la tendencia progresista a la que ella pertenece y tres más de cargos institucionales-. Entre sus apoyos estaba el del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, quien ya la hubiera designado en 2006, ejerciendo su voto de calidad frente al resultado del Consejo que se había decantado por otro candidato.

-En esta ocasión ha obtenido un mayor número de votos en el Consejo Fiscal, hasta alcanzar la mayoría. ¿Entiende este apoyo como un respaldo a su gestión?

-El Consejo Fiscal, a estos efectos, tiene una función asesora del fiscal general del Estado; no obstante es importante contar también con la confianza mayoritaria de los miembros del Consejo. Por supuesto, la renovación es aprobar una reválida, y si se obtiene buena nota pues mejor, aunque luego ello no determine nada en el día a día.

-¿Quién ha sido la primera persona en felicitarle?

-De la familia, ha sido mi hijo. De la profesión, la primera llamada ha sido la del fiscal jefe de Jerez y mi maestro, José Rabadán.

-¿Esta renovación en el cargo le obliga a elevar su propia exigencia profesional?

-Naturalmente. Se ha agotado una fase de trabajo y ahora toca diseñar. Tengo ya en mente nuevas líneas de trabajo que quiero llevar a cabo en este ciclo. Creo también que es más fácil esta andadura que la pasada, pues ya trabajo sobre unos cimientos cuya construcción he dirigido.

-Cinco años da para hacer más de un balance. Dígame un recuerdo amargo y otro dulce.

-Comienzo por lo más triste. En lo que se llamó 'caso Ricardi' fue abrumador un periodo específico de la investigación. Ya estaba segura de su inocencia pero no encontraba las pruebas materiales que pudieran demostrar la autoría de otras dos personas. Sin esas pruebas incriminatorias que señalaran no a uno sino a los dos hombres que cometieron los hechos, no se podía rebatir la condena de Ricardi. Eso hacía que fuera muy reacia a contestar con optimismo a las preguntas de la prensa y pudo ser malinterpretada.

El recuerdo más dulce ha sido conseguir metas razonables día a día. Entre ellas está la creación de una plaza de fiscal antidroga en Jerez.

-Habla de líneas de trabajo nuevas, pero también se habrá marcado objetivos muy concretos.

-Por supuesto, pero no los puedo esbozar en prensa. Primero debo exponerlos a mis compañeros.

-¿Alguna materia que le preocupa especialmente?

-Todo lo relativo a los enfermos mentales. Su situación y derechos me llena de preocupación. La persona enferma que comete un delito, el preso que pierde la salud mental en prisión, la falta de atención psiquiátrica en las cárceles, la asistencia médica involuntaria al enfermo que la precisa pero no la desea... Es un campo donde el Ministerio Fiscal debe hacer efectivo el mandato constitucional de tutela de los derechos de los ciudadanos.

-¿Da por concluido el proceso interno de especialización de la Fiscalía de Cádiz?

-En absoluto, porque si bien están ya establecidas todas las especialidades preceptivas sí que quedan algunas que potenciar. En estos momentos estamos afianzando la protección de enfermos mentales, la sección de delincuencia tecnológica y la persecución de los delitos fiscales; tarea ésta en la que hemos comenzado a coordinarnos mejor con la Administración Tributaria. Esa tendencia que parece irreversible hacia la especialización, no debe extrañar ya que especializados están los letrados, los médicos, los periodistas y los profesionales en general. Igual pasa con los asuntos que asume el Ministerio Fiscal, que deben ser atendidos por expertos. Se gana en eficacia.

-Caso de no haber salido reelegida, ¿habría algún cometido al que le hubiera gustado dedicarse en profundidad?

-Hubiera optado por nuestro trabajo con los enfermos mentales, personas que son muy vulnerables. Un colectivo donde entran también muchísimos ancianos. No basta que una persona enferma mental sea incapacitada judicialmente y se le nombre un tutor. Hay que asegurar que se tutele debidamente su persona y su patrimonio, respetando la cuota de libertad de ese individuo sin riesgo ni perjuicio para el mismo o para terceros. Estamos hablando de una tarea delicadísima y donde el fiscal debe estar en primera línea del trabajo judicial y en buena medida del extrajudicial.

-Cádiz es la única provincia que tiene tres fiscales antidroga, ¿cree que ha sido el principal éxito en su primer mandato?

-Ha sido muy importante y se enmarca en el incremento de fiscales que hemos tenido este quinquenio. Éramos 60 hace cinco años y hoy somos 78. Eso nos ha permitido salir de lo que mi predecesor Jaime Ollero nos decía con pesadumbre hace veinte años: que atendiéramos al 'primun vivere'. Ir afinando más en nuestro desempeño y marcarnos cotas más altas de calidad en el trabajo.