El Cairo negocia con Alemania el 'exilio médico' del 'rais' para darle una salida honrosa

¿Irá Hosni Mubarak como paciente a Alemania? La pregunta relacionada con una posible partida del presidente egipcio, medida que ayudaría a calmar la tensa situación que vive el país árabe, se expandió ayer por Berlín y obligó al Gobierno federal a relativizar la posible acogida del mandatario. Los rumores se iniciaron el domingo, cuando 'The New York Times' informó que militares egipcios y representantes de Washington estaban negociando la salida del 'rais'. Para facilitar la medida y no dañar el orgullo del presidente egipcio habrían decidido disfrazar la partida.

Las especulaciones aumentaron a causa de una información que publicó la revista 'Der Spiegel' en su web, donde señaló que la posibilidad de una larga estancia de Mubarak en una clínica era algo más que una simple especulación. Al parecer, los responsables de recibir a Mubarak habrían escogido la clínica privada Bühlerhöhe, una residencia ubicada en las cercanías de Baden Baden con servicio similar al de un hotel de lujo.

Pero la sola posibilidad de que el presidente egipcio pase una larga temporada en Alemania está envenenando la tranquila vida política de Berlín. El Partido Socialdemócrata, por ejemplo, no pone objeciones. «Apoyaremos una acogida de Mubarak si esta ayuda a facilitar una transición libre y pacífica en Egipto, lo que no significa que el presidente quede protegido de una investigación legal», dijo su portavoz para asuntos exteriores.

Pero Jürgen Trittin, jefe del grupo parlamentario de los Verdes, rechazó de forma categórica una hipotética acogida de Mubarak. «Los egipcios esperan de nosotros una ayuda para una transición democrática y estoy seguro que no desean que ayudemos a escapar a un déspota derrocado».