Merkel, Komorowsk y Sarkozy, en Varsovia. :: REUTERS
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Berlín y París se acercan al Este a través de Varsovia

VARSOVIA. Actualizado: Guardar
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Los dos principales líderes de la Unión Europea, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, propusieron ayer a Polonia incorporarse a un nuevo eje para impulsar las relaciones con Rusia y los países exsoviéticos. Una iniciativa que deja en segundo plano la participación de países como España e Italia.

Sarkozy y Merkel se reunieron en la capital polaca con el presidente Bronislaw Komorowski en el marco de la cumbre integrada en el denominado Triángulo de Weimar, un organismo de cooperación política creado por Francia, Alemania y Polonia en 1991 que fue boicoteado por el desaparecido presidente, Lech Kaczynski. La reunión incidió en el desarrollo de unas mejores relaciones de la UE con Rusia y los países de la denominada Asociación Oriental (Ucrania, Moldavia, Bielorrusia, Georgia, Armenia y Azerbaiyán), que es una zona clave para Polonia.

A pesar de las reticencias que los ejes europeos capitaneados por Francia y Alemania despiertan en Moscú, los líderes alemana y francés desplegaron grandes esfuerzos para convencer a Komorowski de que Polonia tiene que incorporarse a su nueva estrategia, porque es el país de mayor volumen y peso político de la antigua Europa comunista y el que registra la tasa de crecimiento económico más elevada. Según fuentes diplomáticas comunitarias, «París y Berlín necesitan a Varsovia como intermediario entre la UE y Rusia y la Asociación Oriental».

En la rueda de prensa que ofrecieron los tres mandatarios, Sarkozy destacó que «en el mundo inestable actual, Europa debe reforzar la política de defensa, así que estamos encantados de que esta sea una prioridad de Polonia», mientras que Merkel prometió «el apoyo» de Alemania a la presidencia polaca de la UE, que se iniciará el próximo 1 de julio.

El liberal y europeísta Komorowski puso de manifiesto la necesidad de impulsar «la consolidación interna de Europa y el fortalecimiento de los lazos entre la UE y los Estados que permanecen fuera del marco comunitario». La canciller invitó a Polonia a participar en el pacto para la competitividad franco-alemán para el fomento de la convergencia económica en la Unión y la superación de la crisis del euro. Por su parte, Sarkozy pidió a Komorowski que Varsovia se una a la moneda única «cuanto antes», una posibilidad que ha retrasado hasta 2016.