El ciudadano tiene garantizados unos servicios mínimos, que equivalen a un vehículo por línea. :: J. C. C.
Jerez

La huelga de la plantilla de autobuses dejará en tierra a 20.000 usuarios

Los conductores culpan a Urbanos Amarillos de no respetar el convenio colectivo y han convocado la protesta desde hoy hasta el día 18

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Los esfuerzos del Ayuntamiento han sido inútiles. El diálogo y la predisposición que según la delegada de Movilidad, María del Carmen Martínez, ha mostrado la Administración local en todo momento no han resultado suficientes para abortar la intención de la plantilla de Urbanos Amarillos de convocar una huelga que se hará efectiva a partir del día de hoy. Así lo confirmó ayer la edil sin poder ocultar su malestar, destacando el talante municipal mantenido durante el conflicto y llamando a los conductores a la «responsabilidad», ante un parón en la actividad que afectará a alrededor de 20.000 usuarios diarios, según fuentes consultadas por este medio.

«El gobierno está haciendo verdaderos esfuerzos para renovar y modernizar el transporte público -resaltó- y también para dignificar el servicio. Sin embargo, los empleados irán a la huelga, a pesar de que han cobrado todo y por lo tanto ya no tienen motivo». Aquí radica el quid de la cuestión, puesto que a juicio de Martínez la argumentación esgrimida por el comité de empresa no es válida, ya que los trabajadores han organizado la protesta ante la negativa de la dirección a negociar el convenio colectivo cuando, como ella explicó, la concesión del servicio a Urbanos Amarillos es solo transitoria, lo que les impide cerrar cualquier acuerdo en este sentido.

«Deben de ser conscientes de que la empresa tiene una concesión provisional de seis meses y fue la única que se presentó al proceso de licitación. Las restantes empresas no querían asumir a los trabajadores y nosotros luchamos por que la plantilla fuera subrogada en su totalidad, con los 154 empleados». Un esfuerzo, como subrayó, que no ha sido correspondido por parte de unos trabajadores a los que pidió «comprensión» y cuya postura «hace un daño grande a la ciudad».

El comité de empresa, como no podía ser de otra forma, realizó una lectura completamente distinta de los hechos. Por boca de su secretario, Juan González, corroboró el inicio de la huelga cuyos motivos efectivamente no son de tipo económico, si bien recordó que aún se deben atrasos a los conductores de impagos procedentes de la antigua concesionaria del servicio, Cojetusa.

Desacuerdos con la empresa

Así, González justificó en los problemas surgidos con el convenio colectivo esta decisión adoptada por el comité, argumentando que el documento no ha sido respetado por la empresa. «La cuestión no es el número de puntos en los que existe desacuerdo, sino que la empresa se tiene que hacer cargo de todo, de la plantilla, del convenio y de todo lo que ello conlleva, y resulta que no lo está haciendo. Además, la delegada nos dijo el 11 de enero que esta empresa ya se iba a quedar con el servicio de manera definitiva, por lo que no entendemos qué está pasando ahora».

El secretario aprovechó para remarcar el estado «lamentable» en el que se encuentra la flota de autobuses y cuya renovación está aplazada al menos hasta el mes de mayo, fecha en la que deberá materializarse la concesión definitiva del servicio. «Si hacen falta nuevos vehículos los tienen que cambiar ya, que hagan las gestiones que sean necesarias porque tienen que apostar de una vez por el transporte urbano».

La huelga, en principio, se prolongará hasta el 18 de febrero y se mantendrán los servicios mínimos, lo que equivale a un coche por línea, aunque podría prorrogarse por más tiempo en tanto en cuanto no se produzca un acercamiento de posturas por ambas partes.