El dirigente de la izquierda 'abertzale' Rufi Etxeberria, durante la presentación de los estatutos del nuevo partido, ayer, en el palacio Euskalduna de Bilbao. :: IGNACIO PÉREZ
ESPAÑA

Batasuna rechaza la violencia de ETA para esquivar la Ley de Partidos

La izquierda 'abertzale' muestra su oposición al terrorismo y su deseo de no estar al servicio de la banda Exige recuperar la legalidad y se compromete al «reconocimiento y reparación de todas las víctimas»

BILBAO. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Con contundencia. La izquierda 'abertzale' dio ayer un paso histórico. Por primera vez desde la configuración de HB en 1978, la coalición ahora ilegalizada se desmarcó con claridad de la actividad violenta. Hasta en una decena de ocasiones el exmiembro de Batasuna Rufi Etxeberria y el abogado Iñigo Iruin utilizaron diferentes expresiones para «rechazar» la violencia, «incluida la de ETA», y «toda actividad terrorista». Ambos dirigentes radicales, que presentaron las bases ideológicas de su nuevo partido, extendieron su desapego a las «amenazas» y «coacciones», mostraron su voluntad de superar las «consecuencias» del terrorismo, aseguraron que no aceptarán «tutelas externas» que les convierta en «una organización vicarial de quienes practiquen la violencia» y subrayaron su deseo de «reconocimiento y reparación de todas las víctimas originadas por las múltiples violencias».

Nunca antes la antigua Batasuna había evidenciado de manera tan explícita su necesidad de romper con la banda para reincorporarse al juego democrático. «El nuevo partido -subrayó Iruin- desarrollará su actividad desde el rechazo de la violencia como instrumento de acción política o método para el logro de objetivos políticos, cualquiera que sea su origen y naturaleza; rechazo que, abiertamente y sin ambages, incluye a la organización ETA, en cuanto sujeto activo de conductas que vulneran derechos y libertades fundamentales de las personas».

El desmarque escenificado en el Palacio Euskalduna de Bilbao ante más de 300 personas fue recibido por el resto de partidos e instituciones con un aplauso generalizado. Aunque con sensibles diferencias. Mientras Gobierno central y vasco reconocían el «paso dado en la buena dirección» aunque exigían «hechos» que avalen la declaración realizada por Etxeberria e Iruin, el PP llamaba a no caer en «la trampa» de Batasuna. Las fuerzas nacionalistas, por su parte, acogieron con regocijo un pronunciamiento por el que, entienden, la nueva marca de la izquierda 'abertzale' deberá ser admitida en el Registro de Partidos y concurrir a las próximas elecciones municipales y forales del 22 de mayo.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya certificó ayer que llevará a los tribunales la nueva formación. Jueces del Supremo consultados coincidieron en advertir que no basta con que Batasuna presente unos estatutos «limpios», sino una «condena más rotunda» de la actividad armada y eliminar cualquier «vínculo» con la banda y organizaciones satélites. Pronostican, no obstante, un «debate de altura» en la Sala del 61 del Supremo, encargada de aplicar la Ley de Partidos, y en el Constitucional.

Los requisitos

Durante el acto, el discurso de Rufi Etxeberria, que se encargó de analizar el contexto político y explicar los motivos que han llevado a Batasuna a aceptar «los requisitos» que impone el ordenamiento jurídico, resultó mucho menos elocuente que el alarde de fórmulas para rehuir de la violencia que desplegó Iñigo Iruin, que destripó los estatutos que el mañana presentarán en el registro del Ministerio del Interior.

Etxeberria, en una intervención que repitió en euskera y castellano, aludió una única vez a ETA para asegurar que la «izquierda 'abertzale' rechaza y se opone al uso de la violencia, o la amenaza», un planteamiento que «incluye la violencia de ETA, si la hubiera, en cualquiera de sus manifestaciones». El ex miembro de Batasuna añadió que el proyecto que quieren poner en marcha para las municipales «ni justifica ni ampara el uso de la violencia» y está en contra del «uso de cualquier tipo de violencia, coacción o connivencia política y organizativa» con quienes usen el terrorismo «para obtener fines u objetivos políticos».

Mucho más directa resultó la explicación de Iruin. El antiguo senador y parlamentario vasco aseguró que los estatutos han sido elaborados en función del camino que ha marcado el Tribunal Supremo tras las sucesivas ilegalizaciones de Batasuna y sus herederas. En especial, aludió al auto de mayo de 2007 que cerró el camino a las autonómicas de ASB.

El letrado dio muestras de haberse estudiado la legislación al milímetro para advertir las cuatro condiciones que, en su opinión, impone la ley española a cualquier formación que quiera competir en las urnas. La nueva izquierda 'abertzale' cumpliría, dijo, con las cuatro. Según precisó, el Supremo dejó escrito que «las personas vinculadas a partidos ilegalizados pueden emprender una nueva vía» y fundar otro partido mientras no haya una «continuación o sucesión». Para avalar esa ruptura, sus miembros deberán evidenciar «una actitud de condena o rechazo del terrorismo», con alusión directa a ETA. Todo ello se habría cumplido, a su juicio, en el acto de ayer. Iruin añadió, además, otro detalle: la reforma de la Ley de Partidos que entró en vigor el pasado 30 de enero, exige que quienes quieran ser elegidos como cargos políticos muestren su «rechazo y separación» de la violencia y de las organizaciones terroristas. «No de condena», subrayó.