Luis Cacho, en su despacho en la sede madrileña de Navantia. :: LA VOZ
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«La carga de trabajo está garantizada en el astillero de Cádiz a partir de abril»

La factoría reparará el 'Grand Celebration' y además está pendiente de 14 ofertas de buques presentadas en 25 paísesLuis Cacho Nuevo consejero delegado de Navantia

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Navantia ha cambiado de capitán de barco. La pasada semana, su consejo de administración nombraba como consejero delegado a Luis Cacho, hasta ese momento director de Coordinación y Relaciones Institucionales de la compañía. Sustituía a Aurelio Martínez, que tras dos años en la presidencia de la constructora naval hacía las maletas para dirigir la salida a Bolsa del 30% de Loterías. Cacho asegura que la carga de trabajo en el astillero de Cádiz está garantizada con la llegada de reparaciones para cruceros y ha querido rebajar la inquietud que ha generado en la Bahía el cambio en la cúpula directiva aclarando que la estrategia en los astilleros gaditanos ya está marcada y definida. Reconoce que la presión de China y Asia ha obligado a cambiar los planes a los constructores navales y europeos y, en el caso de Navantia, apuesta por el campo eólico offshore como alternativa de producción.

-¿Qué líneas marcarán su gestión?

-La línea de actuación de la compañía se definió hace un año y medio y va orientada hacia la mejora de la producción y un refuerzo en las acciones comerciales que permitan asegurar carga de trabajo para el futuro. Mi gestión, por tanto, irá encaminada a profundizar y avanzar en las iniciativas que se han ido promoviendo en este período

-¿... Pero habrá cambios con las directrices marcadas por Aurelio Martínez?

-Mire, cada persona tiene su estilo y una forma personal de ejercer las funciones que se le encomiendan, pero yo me atrevería a decir que, en la práctica, no debe haber prácticamente diferencias con la etapa anterior. He colaborado con Aurelio Martínez durante más de un año en esta empresa y puedo decir que durante este período he compartido plenamente su visión de la empresa y su futuro.

-Este repentino cambio en la cúpula de Navantia ha generado inquietud e incertidumbre en la plantilla gaditana. ¿Qué opina?

-Bien, por la forma en que se han precipitado los acontecimientos y la rapidez en los cambios comprendo que pueda haberse generado cierta inquietud, pero a veces las circunstancias imponen una serie de acciones y existe poco margen para hacerlas de otra forma. En mi opinión, no debe haber motivo alguno de preocupación, ya que las prioridades y la estrategia están bien marcadas y precisamente mi responsabilidad principal es asegurar que seguimos avanzando en esa línea de actuación.

- Los astilleros gaditanos esperan carga de trabajo. Se acaban los encargos. ¿Qué novedades hay?

-Sin duda la carga de trabajo y obtener nuevos contratos son las piezas esenciales sobre las que pivota ahora toda la estrategia de la compañía. La situación del mercado es complicada pero eso no quita para que estemos doblando los esfuerzos comerciales en todos los países donde creemos que existe potencial contratación. Como dato fundamental, en estos momentos hay activas 45 acciones comerciales en 25 países, donde se están presentando 14 tipos de buques. Tenemos una percepción más optimista y positiva de la que teníamos hace unos meses. Las limitaciones en los mercados de construcción naval militar y civil obligan a ser diligentes en la búsqueda de nuevas áreas de actividad. Creo que el eólico offshore puede ofrecer excelentes alternativas en este sentido.

- China pisa con fuerza, ¿es competencia directa para los astilleros españoles?

-No sólo China, sino también otras economías emergentes de Asia. Solo el 7,1% de la contratación total de buques se está realizando en Europa, frente al 39,1% de China o el 34,9% de Corea. Como puede verse, este hecho está cambiando radicalmente el panorama del sector. Es una realidad de la que hay que ser conscientes, aunque afecta más al sector civil, y solo en determinados segmentos la industria europea puede mantener niveles de competitividad. El mundo de la construcción naval militar sería uno de ellos. No obstante, las cosas están cambiando y va extendiéndose el deseo de gran parte de países compradores de desarrollar sus capacidades productivas.

-Todo apunta a que el astillero de Cádiz de reparaciones se perfila para cruceros. ¿Qué carga de trabajo puede recibir a corto plazo?

-En primer lugar, el astillero de Cádiz, con una larga tradición y bien ganado prestigio en el mundo de las reparaciones navales es un astillero preparado para afrontar todo tipo de reparación en toda clase de buques. Solo el año pasado pasaron por el Centro de Reparaciones de Cádiz-San Fernando 58 buques mercantes. El día 2 de abril entrará el crucero 'Grand Celebration' para una reparación y generará mucha carga de trabajo.

-La Armada cerró el grifo de las reparaciones en Navantia, ¿se puede replantear la situación?

-A corto y medio plazo la previsión de la Armada, en el área de reparaciones, es la de mantener los recortes presupuestarios. Es decir, se mantendrán los trabajos de mantenimiento imprescindibles para garantizar la seguridad y operatividad de los buques, pero las obras de modernización que hemos venido realizando en los últimos años no van a seguir realizándose. En los últimos años de bonanza hemos completado importantes obras de mejora en sus buques y también en este último periodo, estamos inmersos en un importante plan de nuevas construcciones; algunas como el LHD Juan Carlos I, el BAC Cantabria ya entregadas, y otros como la F-105, los submarinos S-80 y el programa de los BAM en plena fase de construcción.