Un trabajador sube por las escaleras de una obra. :: R. C.
Economia

Ahora hay que crecer

Expertos y organismos internacionales ven imposible que España cumpla el objetivo de PIB fijado para 2011Cualquier «catarro» por una subida del petróleo, la prima de riesgo o una declaración política desacertada puede deteriorar la economía

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La economía española afronta en 2011 su desafío más complicado, volver a crecer tras dos años de contracciones del Producto Interior Bruto (PIB). Hechas las grandes reformas comprometidas -laboral y de pensiones- y con el programa de consolidación fiscal dando resultado (el Estado recortó su déficit en 2010 hasta el 5,07%, más de ocho décimas por debajo del objetivo), el Gobierno subordina ahora todas sus políticas a la meta de expandir el PIB un 1,3% este año. Porque, como admitió José Luis Rodríguez Zapatero en la presentación de su último informe económico, «sin crecimiento no habrá creación de empleo». Los expertos ven imposible cumplir ese propósito y los organismos internacionales rebajan a la mitad el potencial de crecimiento de la economía española, cuyo techo estaría entre el 0,6% del PIB que prevé el FMI y el 0,9% de la OCDE. Tasas inferiores, en todo caso, al 1,5% esperado para el conjunto de la zona euro y que sitúan a España a la cola de Europa en la recuperación.

En 2010 la actividad se estancó y cerró con un retroceso de una décima, según la primera estimación publicada por el Banco de España. Parálisis que se suma al hundimiento del 3,7% sufrido en 2009, fruto de la peor recesión en seis décadas. Ahora, con una tasa de paro por las nubes (del 20,3%, según la última EPA), y el consumo de los hogares en suspenso por las bajadas de sueldos y el miedo a perder el empleo, la gran pregunta es: ¿está la economía española en condiciones de crecer?

Los analistas responden que no, al menos en ausencia de reformas más profundas. Creen que 2011 será otro año de estancamiento y avisan de que, aunque las turbulencias en los mercados de deuda parecen haber amainado, los mercados no se darán por satisfechos con los cambios acometidos y cualquier imprevisto podría volver a situar al Gobierno contra las cuerdas.

ESADE acaba de publicar un informe en el que pronostica que la economía recuperará el crecimiento en 2011, pero será muy débil, entre un 0,5% y un 1% del PIB. Para Josep Comajuncosa, profesor de Macroeconomía de esta escuela de negocios, son tasas «insuficientes para generar puestos de trabajo» y eso imposibilitará «hablar de recuperación plena hasta 2012».

Escasa productividad

La solución pasa, a su juicio, por mejorar la reforma laboral para «terminar con los dos grandes males del mercado de trabajo», la «dualidad» entre empleados fijos y temporales y la vinculación de los sueldos al ciclo económico y a la negociación colectiva, para que las empresas con problemas puedan hacer ajustes vía sueldos y no solo mediante despidos. Propone revisar el tamaño del sector público y primar la eficiencia en la gestión «para salvaguardar el Estado de Bienestar, dentro de su concepción europea».

Comajuncosa cree que la gran desventaja de la economía española respecto del resto de Europa es «nuestra escasa productividad», que se traduce en «poca competitividad de nuestros productos». A los empresarios los anima a abandonar la idea de hacer negocios en sectores intensivos en mano de obra como la construcción y a «detectar» otros nuevos, basados en tecnologías avanzadas y en la formación en capital humano.

Para el director del área de Economía del Instituto de Empresa, Rafael Pampillón, lo más urgente es culminar la reforma del sector financiero para «que vuelva a fluir el crédito». Si la banca no presta, «los comercios seguirán cerrando y las pequeñas y medianas empresas, desapareciendo», dice. Defiende, asimismo, reducir gastos «suntuarios» como los que acarrean las televisiones autonómicas, que propone «privatizar o cerrar». También pide «aumentar las tasas de la universidad pública», reducir el salario mínimo para que las empresas españolas sean más competitivas e introducir el copago en la sanidad pública, servicio que considera «carísimo» para el Estado. «No descarto este año un crecimiento negativo» pese a las reformas ya aplicadas, concluye.

Reforma educativa

Pablo Vázquez, director de FEDEA, afirma que la principal amenaza para el crecimiento es «la falta de confianza». Recuerda que el 60% de nuestro PIB es demanda interna y que «si la gente tiene miedo, nadie consume». El problema de España, argumenta, es que «cualquier pequeño catarro» (unas elecciones, una subida del petróleo o de la prima de riesgo o una declaración desacertada de un líder político) puede «hacer que nuestra situación se deteriore rápido». «De ahí que la previsión de los organismos internacionales sea más negativa», explica.

Vázquez suscribe que «las reformas no han terminado, ni muchísimo menos» y coincide en que hay que cambiar la sanidad y el sistema de financiación local. Para España, explica, «es muy caro y probablemente no muy eficiente» mantener más de 8.000 ayuntamientos. Considera también «esencial» reformar la educación porque «tenemos un capital humano poco formado», y eso dificulta el deseado tránsito hacia una economía centrada en el conocimiento y el valor añadido. Propone crear itinerarios educativos para que a partir de una edad determinada no todos los niños estudien lo mismo, e introducir una práctica denominada 'streaming' que se aplica en otros países y que consiste en segregar a los escolares en función de su rendimiento en las aulas, algo que en España está prohibido por ley.

Los expertos dejan claro que estas son tareas de largo plazo.