El Industrial no levanta cabeza

El Jerez Industrial cayó derrotado en su visita al estadio del Córdoba B en un partido en el que los jerezanos se dejaron la piel pero que se les puso pronto muy cuesta arriba. Con esta derrota el equipo de la copa y la venencia encadena cinco encuentros consecutivos sin puntuar mientras que el Córdoba B sumó su octava victoria consecutiva como local. Los visitantes, con la totalidad de su plantilla de origen británico, plantaron cara a un filial que jugó más de veinte minutos con tres jugadores más sobre la hierba.

Aún así, el filial comenzó a encarrilar muy pronto el envite. Cuando tan solo se llevaban dos minutos de juego. Manolín aprovechó un rechace de la defensa tras una falta ejecutada por Javi Hervás para batir a Beasant. Poco después fue Mané el que aprovechó otra indecisión visitante para poner tierra de por medio. El segundo tanto relajó en exceso a los de Alfonso Hidalgo. Afortunadamente, la reacción industrialista no se hizo esperar y la adaptación de los nuevos al juego fue más rápida de lo esperada. Apenas dos minutos después de encajar el segundo, David Hutton, se estrenaba como goleador blanquiazul al transformar una pena máxima que recortaba distancias en el marcador. Para peor fortuna, los problemas aumentaban al caer lesionado Lampe, con una pequeña fractura en el talón, por lo que debió ser sacado del terreno en camilla y trasladado de urgencia al Hospital. En su lugar salió Thomson, reubicado en el lateral derecho.

Y todavía poco antes del descanso, otro infortunio más que añadir a la cuenta del conjunto jerezano cuando el colegiado expulsó por doble cartulina amarilla a Lamplough. Por lo tanto, la fortuna no estaba de cara para el cuadro del catavino que no terminaba de encontrar su sitio y que se marchaba al túnel de vestuarios por debajo en el marcador. Por su parte, el Córdoba B hizo los deberes, apoyado por su afición.

El segundo acto fue rocambolesco. Gómez-Ruiz se erigió en el auténtico protagonista de la mañana expulsando a dos jugadores jerezanos de idéntica manera. Dos tarjetas amarillas en apenas dos segundos, aparentemente por sendos insultos en lengua inglesa.

Falto de ideas

Estas dos inferioridades, unidas a la del primer acto, no sentaron nada bien a los blanquiverdes, que no pudieron cerrar el choque hasta el tiempo de descuento, momento en el que Cabanillas estableció el definitivo tres a uno.

Un partido que por si fuera poco, aún le quedaba una nueva anécdota. Si bien la semana pasada era el meta Hanford quien debió jugar como extremo izquierda, en esta ocasión fue Lumley el que tuvo que vestirse de delantero para suplir a Fisher con molestias, dado que el otro jugador de campo que quedaba en el banquillo, Lynch, estaba tocado y los entrenadores británicos no quisieron arriesgar.

Por lo tanto, sigue la caída en picado del Jerez Industrial que tampoco con las nuevas incorporaciones es capaz de cambiar el rumbo de las últimas jornadas. Quinta derrota consecutiva y sigue sin puntuar desde que comenzara la segunda vuelta. Los problemas no desaparecen del club del catavino.