El fútbol amarga el día a Zapatero
Insiste también en acabar con el partido en abierto «porque supone un perjuicio» y aplaza su decisión al 11 de febrero
Actualizado: GuardarEl fútbol también ha decidido plantar cara a José Luis Rodríguez Zapatero. La Liga de Fútbol Profesional (LFP), reunida ayer en asamblea general extraordinaria, amenaza al Gobierno con un plante como respuesta al anteproyecto de la futura Ley del Juego que no contempla en las apuestas deportivas una contrapartida económica para los organizadores de la competición. Los clubes de fútbol de Primera y Segunda División han aplazado sin embargo una semana su decisión sobre la posibilidad de una huelga, hasta el próximo día 11, mientras continúan con sus negociaciones con la Administración, aunque el Consejo de Ministros tiene previsto aprobar hoy la polémica reglamentación. La LFP también exige acabar con la obligatoriedad de emitir un partido en abierto, una «reivindicación histórica» desde la llamada 'ley Cascos', aprobada por el Gobierno del PP en 1997, a pesar de que el Ejecutivo socialista no tiene intención de retirar dicho encuentro de Primera la noche de los sábados.
La unanimidad de los clubes respecto a sus reivindicaciones «es total», según reconoció el secretario general de la Liga, Carlos del Campo. Sin embargo, no existe un consenso absoluto para llevar a cabo un parón en la jornada del 19 y 20 de marzo. Los grandes, caso de Barcelona, Real Madrid, Atlético de Madrid o Valencia, que ayer acudieron a la Liga con sus presidentes -Sandro Rosell, Florentino Pérez, Miguel Ángel Gil Marín y Manuel Llorente-, no son partidarios de adoptar una medida tan drástica, sino del diálogo. Un amplio sector del fútbol profesional, en cambio, está harto de que el Gobierno desprecie sus solicitudes y ha optado por la presión.
Tras la reunión celebrada en la sede de la Liga no quiso hablar un solo dirigente de ningún club, y fue el secretario general de la Liga quien, como es habitual, ejerció de portavoz, para expresar el mensaje que se quería lanzar públicamente a la Administración. «No se descarta absolutamente nada. Ni un plante, o jornada de reflexión», proclamó Carlos del Campo. «El retorno económico de las apuestas deportivas es un tema capital, fundamental para esta casa», sentenció el dirigente de la Liga, para quien, «es preciso, como se hace en Francia (con un 2% de porcentaje de las apuestas para los clubes), que el organizador del campeonato obtenga una contraprestación». La Liga sí ha recibido ya la promesa del Gobierno de continuar percibiendo el 10% de los ingresos de las quinielas, aunque incluso desconfía de esa palabra, «porque no hay ningún documento escrito y el reparto puede pasar al Ministerio de Hacienda», según admitió una fuente cercana a la LFP, que teme que las apuestas por Internet, con beneficios económicos para el Estado y las Comunidades deriven en una evasión generalizada a paraísos fiscales.
Fecha «sospechosa»
La patronal del fútbol, que en su lucha contra el Administración tiene como aliados a la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) y a la Sociedad de Fomento de Cría Caballar, el organismo regulador de las carreras de caballos, ha presentado, como estas dos entidades, alegaciones a la Ley del Juego que fue presentada, según los afectados, en una fecha «sospechosa», el 30 de diciembre, durante las vacaciones navideñas. El plazo de alegaciones cumplió el 11 de enero y una mayoría de clubes modestos estima que el Gobierno les está ninguneando.
Respecto al partido en abierto que pretende mantener el Ejecutivo, la Liga insiste en que «ninguno de los países del entorno de España tiene la obligación de retransmitir por un canal que no sea de pago». «El partido en abierto supone un perjuicio para los clubes», lamentó Carlos del Campo.