Derrick Rose lidera el irreverente equipo que pretende asaltar a los 'gallos' del Este. :: AP
Deportes/Baloncesto

Los Bulls repiten su fórmula mágica

Una gran estrella, un escudero de lujo y especialistas, la base con la que Chicago busca retomar los éxitos de Jordan

MADRID. Actualizado: Guardar
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El 15 de junio de 1998, Michael Jordan ejecutó su último tiro con la camiseta roja de los Bulls, uno de los tiros más recordados del baloncesto y que dio a Chicago su sexto anillo de campeón. Esa suspensión final de 'his Royal Airness' (su aérea majestad) supuso para la franquicia de la ciudad del viento hollar la cima del éxito, el punto más alto de una década capitalizada por el equipo liderado por el jugador más grande de la historia desde la cancha y por Phil Jackson desde el banquillo.

Otra década le ha costado a los Bulls volver a escalar esa cumbre desde la que se despeñó en 1998. Las operaciones de traspasos, fichajes y elecciones en el draft de los últimos años han permitido repetir la fórmula de los 90: una gran estrella, un escudero y una selección de los mejores especialistas, dirigidos por un técnico con una filosofía clara, aplicada hasta las últimas consecuencias.

Tom Thibodeau es el director de la nueva orquesta roja, un bloque joven que se ha colado con descaro e irreverencia entre los 'gallos' del Este y se postula como la alternativa al poder establecido cuando, allá por el mes de abril, Celtics, Heat y Magic luchen por la plaza de finalista que otorga su conferencia. La frescura con la que puede llegar a la fase decisiva de la campaña frente a rivales con plantillas más veteranas y castigadas le convierten en un rival nada fiable.

De momento, lidera la División Central con 33 victorias y únicamente 14 derrotas, con un juego sólido atrás y brillante y eléctrico en las transiciones. El recién nombrado mejor técnico de enero en el Este es un especialista defensivo que ayudó a Boston a ganar el anillo en 2008, pero ha sabido transmitir su filosofía de trabajo sin mermar la capacidad ofensiva de sus pupilos.

El nuevo Isiah Thomas

El solista de su banda es el descarado Derrick Rose. El base no es Jordan, si acaso se asemeja más al Isiah Thomas que llevó a los 'bad boys' de Detroit a los dos títulos en la era pre-Bulls. Reconocido con apenas 22 años como un serio aspirante al MVP de la temporada regular -ya cuenta entre sus méritos individuales con una participación en el All Star y con el título de novato del año-, 'Pooh' recuerda al Piston, en sus penetraciones a canasta y en su acertado tiro de media distancia, aunque pierde efectividad en los lanzamientos lejanos. De su mano, Chicago ha vuelto a disfrutar de los 'playoffs'.

El valor añadido este año es Carlos Boozer, el interior de calidad que le faltaba a Thibodeau para completar una pareja de mucho valor junto a Joakim Noah. El sudanés Luol Deng aporta la parte más física del póquer de ases. Músculo al servicio del equipo en una liga en la que es necesaria algo más que calidad para alcanzar un nivel superior.

Pese al buen olor que desprenden los nuevos Bulls, quizás este año, con demasiados aspirantes necesitados de triunfos, no sea el más propicio para colgar una nueva bandera del United Center, pero el emblema de la franquicia tuvo que esperar seis años antes de llenarse las mano de anillos.