La Junta respalda con tres millones un proyecto de empresa farmacéutica
Fabricará componentes para medicamentos a partir de larvas de insectos y creará 34 puestos de trabajo
Actualizado: GuardarObtener productos base para la fabricación de medicamentos a partir de larvas de insectos ya no debería sonar a ciencia ficción. Es la industria biotecnológica, que se ha hecho un hueco en El Puerto con una inversión de nada menos que 17,2 millones de euros. Promovido por la firma andaluza Curaxys, el proyecto, instalado en el parque tecnológico Tecnobahía, creará 34 puestos de trabajo. El consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado una subvención de 3,19 millones de euros para esta iniciativa pionera que combina industria, ciencia e innovación.
Según los gurús de la ciencia, dentro de dos o tres años, el 80 o 90 por ciento de los nuevos medicamentos aprobados en el mundo serán biológicos. Y El Puerto ha emprendido el camino de convertirse en punta de lanza de esta pujante industria. Por el momento se desconoce cuándo comenzará la actividad, aunque se baraja como fecha en septiembre de 2012. La factoría, donde trabajarán los futuros licenciados de la UCA que ahora se preparan con una nueva cátedra, ocupará una planta de 2.100 metros cuadrados en el parque de la carretera de Sanlúcar. La planta, que estará dotada con instalaciones de producción, laboratorios, almacenes y oficinas, dispondrá de dos líneas: una para productos base biosimilares, obtenidos a través de síntesis biológica con proteínas procedentes de los cultivos de larvas, y otra para productos genéricos, mediante síntesis química. Tendrá capacidad para generar 48 kilogramos anuales de proteínas base y 28,8 kilogramos de proteínas terapéuticas como producto final. Desde la misma fábrica también se desarrollarán las investigaciones y se comercializará el producto.
Curaxys es la primera empresa biofarmacéutica que logra biosintetizar en España un biosimilar anticuerpo monoclonal, que son proteínas humanas obtenidas mediante manipulación de genes. Éstas servirán para producir productos biológicos cuyas patentes ya han caducado, como es el caso de la insulina, la hormona del crecimiento, o algunos anticuerpos en la primera línea de tratamiento contra el cáncer. La firma mantiene una cátedra de biofarmacéutica con la Universidad de Cádiz, para el desarrollo de medicamentos biológicos, la formación de investigadores y de gestores especializados en biotecnología.