
Rossi marca la diferencia
El italiano decanta la balanza a favor del Villarreal en un igualado partido en el que el Espanyol mereció más
Actualizado: GuardarEl Villarreal continúa imparable y ayer sacó tres puntos muy valiosos en un estadio, Cornellà, que sólo había visto salir victorioso al Barcelona. Esta vez, los de Garrido no se sostuvieron por su juego preciosista, pero entre sus filas cuentan ahora con un Rossi que no para de sorprender con su fútbol y sus goles. El italiano sentenció un duelo muy equilibrado, con escasas diferencias, y demostró que este Villarreal es sin duda favorito para hacerse con la tercera plaza que permite acceso directo a la Liga de Campeones.
La primera parte resultó muy igualada entre dos equipos que están jugando por encima de lo esperado. Los pericos son una de las revelaciones del torneo doméstico, mientras que los amarillos se han convertido en el mejor conjunto de la otra Liga que excluye a Barça y Real Madrid.
Los catalanes, que han perdido esta semana a los zagueros Vila y Víctor Ruiz, salieron con valentía al terreno de juego y gozaron de las mejores ocasiones, desbaratadas por un gran Diego López. Aún así, sufrían en la zaga, quizás por esas dos sensibles pérdidas, y en un despiste Gonzalo estaba a punto de adelantar a los castellonenses, pero su disparo a bocajarro se marchó por encima del larguero.
Los de Pochettino empujaban a su vez que el rival le buscaba las cosquillas a la contra con un Rossi que está pletórico. El italiano se encuentra en su mejor momento desde que llegó a España. Es rapidísimo, habilidoso, inteligente, y tiene gol.
Venía de marcarle dos a la Real Sociedad. Y ayer también golpeó al Espanyol en una jugada en la que hay que atribuirle todo el mérito. Con una velocidad impresionante se llevó la pelota y escorado a la izquierda, casi sin hueco, lanzó un zapatazo que se coló por las escuadra de un sorprendido Kameni. El camerunés podría haber hecho algo más, pero es que ese disparo del italiano no lo esperaba nadie.
En la segunda parte, el Villarreal se dedicó a mantener su renta y a colapsar las internadas del Espanyol. Con un juego más efectivo que brillante, los pupilos de Garrido imponían su veteranía aunque sólo creaban peligro con las acciones individuales de un Rossi muy inspirado.
La tensión hacía mella en ambos equipos, que pese a todo mantenían el nivel con un gran esfuerzo. En los últimos minutos, los pericos apretaron y cerca estuvieron de igualar la contienda, pero el disparo de David García salió desviado por muy poco.