Manifestaciones recorren la capital yemení para pedir que el presidente Ali Abdalá Saleh no se presente a la reelección. :: EFE
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El efecto contagio alcanza a Yemen con multitudinarias protestas contra el régimen

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El efecto contagio de las revueltas se extiende como una mancha de aceite por el mundo árabe. Las razones también son las mismas: carestía de los alimentos, corrupción del poder y nepotismo. La llama de la rebelión que prendió en Túnez hasta hacer caer al régimen de Ben Ali y amenaza al del egipcio Hosni Mubarak ha alcanzado a Yemen. El objetivo de las movilizaciones es, asimismo, el máximo dirigente del país.

Ayer, decenas de miles de yemeníes convocadas por los principales partidos de la oposición se concentraron en cuatro puntos de la capital, Saná, para pedir que el jefe del Estado, Ali Abdalá Saleh, no se presente a una nueva reelección. «No a la reelección, no a la sucesión», coreaban los alrededor de 10.000 participantes en una de las cuatro concentraciones, celebrada cerca de la Universidad de Yemen, en el centro de la capital. Los manifestantes fueron convocados por el Comité Conjunto de la oposición, que reúne a seis formaciones lideradas por el Partido de la Reforma Islámica y en el que también están incluidos varios partidos laicos como el socialista o el Baas.

Cada vez más víctimas

«La gente se manifiesta por la falta de trabajo y de justicia», explicaba un universitario, que a pesar de su formación lleva meses en paro. «Cada día hay más víctimas tanto civiles como militares en el sur», añadía para dibujar un panorama aún más sombrío.

«Quien supera el límite marcado por la Constitución se marcha a Yeda», se gritaba en las calles en una clara referencia al presidente derrocado de Túnez, que huyó a la capital saudí tras un mes de protestas, y a la situación en Yemen, donde Abdalá Saleh gobierna desde 1990. La oposición ha indicado que las concentraciones serán pacíficas siempre y cuando no medie provocación de las fuerzas del orden. Una de ellas también tuvo lugar junto a la casa del fallecido líder del Partido de la reforma Islámica Abdalá Bin Husein al-Ahmar, situada en el centro de la ciudad, cerca de la sede del Ministerio de Interior.

El peligro de que prenda la rebelión en Yemen es aún mayor que en otros países árabes teniendo en cuenta el descontrol que existe en el norte y la insurrección del sur, además de la presencia importante de Al-Qaida.