Blair esconde sus diálogos con Bush
LONDRES. Actualizado: GuardarEl ex primer ministro Tony Blair ofreció ayer una versión repetida y conveniente de sus conversaciones con el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, ante la investigación sobre la guerra en Irak que preside el exfuncionario sir John Chilcot, frustrado por la negativa de la administración de hacer públicas las notas de ese diálogo.
El panel de la investigación ha obtenido las notas que Blair envió a Bush y a su ministro de Defensa, Donald Rumsfeld, en julio de 2002. Chilcot pidió al más alto funcionario del Gobierno, el secretario del Gabinete, Gus O'Donnell, permiso para hacerlas públicas, pero le fue denegado con el criterio de que la publicación de un diálogo confidencial entre dos jefes de Gobierno daña las relaciones internacionales.
Las notas fueron clasificadas en su día como «extremadamente delicadas» en el sistema de archivo del funcionariado. Blair pidió que fueran destruidas por tratarse de un «diálogo personal». Pero Chilcot se hizo con los textos y ha lamentado varias veces -ayer también- que no puedan publicarse.
En ellas se podría aclarar la manera en la que los dirigentes británico y americano conversaron sobre la manera en la que iban a proceder a la invasión de Irak una vez que Blair se comprometió a apoyar la intención de Bush y le convenció de que debían avanzar inicialmente a través del Consejo de Seguridad de la ONU.
Lo que está en cuestión es si Blair ofreció su apoyo incluso si no había resolución favorable y si los dos líderes coordinaron una estrategia para otorgar legitimidad legal a la invasión aunque no hubiese respaldo de Naciones Unidas. La justificaron finalmente como una alambicada combinación de resoluciones antiguas y recientes.
Blair dijo ayer ante el panel investigador, en el que comparecía por segunda vez, que apoya la decisión de O'Donnell de preservar la confidencialidad de las notas pero que no quería «protegerse tras el secretario del gabinete». Y ofreció su versión de lo que dijo a Bush: «Creo que (la invasión) es lo correcto y voy a estar contigo, no voy a retroceder si las cosas se ponen difíciles. Por otro lado, éstas son las dificultades y la ruta de la ONU es la manera correcta de avanzar».