Una niña dulce y muy sociable
Actualizado: GuardarTodos los que conocían a María Esther Jiménez Villegas coinciden en describirla como una niña cariñosa, confiada, inocente y, sobre todo, muy sociable. Era la mediana de tres hermanas. La pequeña, de cinco años y que aún no sabe nada de lo ocurrido, era su «ojito derecho». A la mayor, de 18 años, la veía menos porque estudiaba en Puerto Real y reside con sus abuelos maternos. Le gustaba pasear por el pueblo y, sobre todo, divertirse con otros jóvenes. Aunque, como la mayoría de chicos de su edad, también sentarse ante el ordenador y entrar en las distintas redes sociales.
Estaba estudiando 1º de ESO y po las tardes volvía al instituto para dar clases de refuerzo. Cuando terminaba, se iba directa a casa para merendar y aprovechaba el resto de la tarde para salir a dar una vuelta. Sus amistades no eran excesivamente amplias, pero su carácter abierto le permitía entablar conversación con facilidad. Al parecer, estaba ilusionada con un chico, pero nada serio.