'Mou' alimenta el debate sobre su adiós
El portugués está harto de la pelea por el '9' y de las quejas de Valdano y otros dirigentes «Quiero marcharme», asegura, con doble sentido, en una tensa rueda de prensa en la que dijo estar «mayor para recados en los periódicos»
MADRID. Actualizado: GuardarJosé Mourinho se encargó ayer de alimentar el debate sobre su posible marcha del Real Madrid al final de temporada durante su rueda de prensa más tensa desde su llegada al club blanco, en la que se mostró desafiante no solo con los periodistas, sino también con los dirigentes de la entidad. «Estoy a disgusto porque me quiero marchar», respondió, con un mensaje ambiguo, de doble sentido, cuando se le preguntó por qué estaba tan incómodo y molesto, en una comparecencia rodeada de un ambiente ya conocido con anteriores entrenadores como Fabio Capello y Bernd Schuster.
Golpeado por el empate de Almería, crispado como nunca e indignado con las críticas de Jorge Valdano y directivos del club a través de los medios de comunicación por el polémico asunto del delantero centro que reclama desde la pretemporada, Mourinho no quiso ocultar su malestar. El portugués, irascible y con pocas ganas de hablar, estaba deseando poner fin a su comparecencia y abandonar Valdebebas. Sin embargo, dado el pulso que mantiene con las altas esferas y las discrepancias respecto al fichaje de un '9', su declaración esconde otra interpretación, porque Mourinho no da puntada sin hilo. Su descontento con los dirigentes ha provocado que el técnico se esté planteando incluso abandonar en junio porque no se siente respaldado. Harto de que Valdano y demás dirigentes recurran a la prensa para atacarle a sus espaldas.
«Estoy demasiado mayor para recados en los periódicos. Soy ya casi un dinosaurio del fútbol, y no estoy para recaditos. En los últimos días quien está hablando del '9' no soy yo, igual que no soy yo quien manda recados. He llegado donde he llegado por mi cabeza», fue su reacción tres días después del dardo que le lanzó Valdano por dejar a Benzema en el banquillo, y de las quejas de directivos que le culpan de echar un órdago al club y haber perdido dos puntos en Almería por su error de no alinear al delantero francés. Al preguntarle si no pensaba que se estaba tensando demasiado la cuerda entre él y los dirigentes con tanto fuego cruzado en la pelea por el '9', también demostró su enojo. «Tú tienes muchos fantasmas en la cabeza. Ves muchos filmes de terror», espetó, muy lejos de la imagen afable y de respeto a los periodistas mostrada hasta ahora. No fue su única respuesta inapropiada. ¿Se siente perseguido?, se le consultó. Se rió con ironía y dijo: «Escribe lo que tú quieras».
«Hipócritas»
Su opinión sobre los árbitros, y en concreto, sobre Pérez Lasa, centró gran parte de la comparecencia, y 'Mou' no dejó de insistir en que el colegiado vasco birló al Real Madrid dos penaltis en Almería. «No dudo de la honestidad de los árbitros, pero hay cosas obvias y los que no son hipócritas no tienen problemas en decirlo. Yo siempre soy honesto, y hubo dos penaltis decisivos que el árbitro no pitó. ¿Tienes miedo a decirlo? Eso no es polémica. Esta llega cuando se inventan historias que no existen», apuntó. Respecto a la decisión del Comité Técnico de Árbitros de solicitar un castigo para Mourinho por sus críticas a Pérez Lasa, el luso no se sorprendió. «Ha sido así desde el principio y no pensaba que podía cambiar», se limitó a decir. Tampoco por el hecho de que desde uno de los fondos del Vicente Calderón los radicales del Atlético gritasen el lunes, durante el partido de Liga ante el Mallorca: «Mourinho, muérete».
«Si se puede insultar públicamente, ¿por qué miles de personas no pueden gritar como lo hacen?», se preguntó al inicio de de esa rueda de prensa en la que, expuesto a tanto foco mediático y presión, enfrentado a la cúpula e incapaz de que el Madrid siga la estela del Barça, ya se pudo comprobar que comienza a estar bastante hastiado.
Por si no tenía bastante y la situación no está demasiado caliente, la web de la Federación Española de Fútbol también reflejó el martes que en el Calderón «Turienzo Álvarez pitará bajo la atenta mirada de Mourinho». El club mostró ayer su «indignación» al considerar el hecho de una «enorme gravedad» porque «predispone lamentablemente contra el entrenador y el club». La culpa, según la FEF, fue «de una becaria». Otro lío que le salpica.