«Lo que me irrita es el autoengaño masivo»

La sátira es su modo de enfrentarse a un mundo sustentado en el autoengaño, la hipocresía y el consumismo más voraz. Basándose en la estética de la publicidad de los años cincuenta y sesenta, el viñetista sevillano Miguel Brieva dibuja su crítica mordaz de la sociedad globalizada del siglo XXI. Colaborador de 'El País' y antes también de revistas como 'El Jueves' o 'Rolling Stone', ahora se encuentra inmerso en un documental sobre la dependencia actual del automóvil, una novela gráfica muy personal y un grupo de música en el que compone y toca varios instrumentos de cuerda. Además, ilustra una edición de libros de texto de 'Educación para la ciudadanía'. Mañana a las 19.00 horas su ácida pluma llegara a Cádiz, al ciclo 'Presencias Literarias' de la UCA, dispuesta a vomitar todo tipo de quejas sobre el sistema actual e intentar fomentar, aunque sea un poquito, ese pensamiento crítico del que tanto adolece el primer mundo.

-En sus viñetas coloca seres humanos idiotas y alienados. ¿La reflexión y el pensamiento crítico será pronto una utopía?

-Siempre ha habido pensamiento crítico y probablemente en la misma proporción en las distintas épocas. Eso sí, ahora el nivel de autoengaño es masivo, es el empeño de los medios de comunicación, del poder económico. Entonces, cualquier atisbo de reflexión es necesario. No pienso que las personas sean estúpidas. Tengo esperanza en la capacidad moral de las personas, no en los colectivos jerarquizados, que suelen estar más manipulados.

-Critica la hipocresía, el consumismo, pero no tanto la política, ¿por qué?

-Es que la política es algo más circunstancial. Tiendo a ver más las estructuras que hay detrás. Lo importante es lo que hacen los políticos y por qué. Hay humoristas que comentan el día a día, la actualidad, pero para mí es como la prensa rosa. Me interesa más tratar de hacer hincapié en el fondo, en el quid de la cuestión. Que la gente se de cuenta que el bipartidismo es una ficción y los partidos son como empresas, donde también prospera la gente. La comunidad internacional es una gran farsa gigantesca pero estamos tan mareados por los medios que no hay forma de que la gente se de cuenta de qué es lo que pasa, en qué mundo vivimos.

-¿Qué es lo que más le irrita?

-El autoengaño masivo del primer mundo, que piensa que tiene una superioridad moral pero luego no aplica ni persigue los derechos humanos. Pero el capitalismo se va a topar con los límites naturales que le permite su desarrollo y el cambio climático va a obligar a que se tomen medidas y que la gente despierte un poco.

-Dice que se inspira en los medios, ¿cuál de las últimas noticias le ha indignado más?

-No sólo hay que pensar en los últimos acontecimientos, también desde los inicios del siglo XX. Por ejemplo, las crisis económicas hay quien las define como meras transferencias de dinero de las capas más humildes a las más ricas. La actual que vivimos no deja de ser una farsa. El capital se acumula cada vez en menos manos. Yo me centro mucho en el lenguaje de los medios y la publicidad, el imaginario que se nos vende y nos hace creer que vivimos en democracia, que podemos elegir, que somos felices, ese discurso que hace que la gente siga tragando con eso.

-Tiene un cómic que se titula 'Dinero'. ¿Es eso lo que mueve el mundo?

-Se ha conseguido que se piense que el dinero es lo único sagrado, lo único que tiene valor. Eso es lo que me llevó a hacer la revista.

-En Cádiz tocará con su grupo 'Las Buenas Noches'. ¿Cómo es una noche perfecta para usted?

-En mi casa, con mi novia.

Ya no más un arte menor

-¿Todavía es difícil desterrar los prejuicios hacia el cómic?

-Ahora se ha abierto mucho, es el momento en el que el cómic tiene menos prejuicios. En los ochenta el modelo era más vivo, con las revistas, ahora ha adquirido otro estatus, se vende en las librerías, en formato libro... Hay más libertad creativa. Ha cambiado el concepto de leer cómics.

-Cada vez más historietas se llevan al cine pero todavía ganan los superhéroes...

-Sí, porque lo que prima es el entretenimiento, es lo que fabrican los medios. Los cómics que versionan son lo mismo de siempre. Se ha hecho alguna película sobre cómics más serios como 'Ghost World', pero ahora todo son superhéroes en Estados Unidos y aquí, Mortadelo y Filemón.

-¿Tampoco le ha gustado la adaptación del tebeo de zombies 'The Walking Dead' para la televisión?

-No me interesan los zombies, si quiero ver zombies sólo tengo que irme a un centro comercial.