El Tesoro logra financiación más barata y da alas a la Bolsa
Inversores españoles y del Reino Unido se repartieron, en cuotas iguales, la mitad de la emisión de la deuda pública
MADRID. Actualizado: GuardarEl Tesoro respira más tranquilo, porque la financiación del Estado se abarata y la prima de riesgo se reduce. Al apetito que los inversores institucionales han seguido mostrando por la deuda española de largo plazo se sumó ayer un dato positivo: por vez primera desde octubre, en plena crisis griega, el importe de retribuir a los compradores de letras a doce meses y año y medio se ha abaratado sensiblemente, hasta quedarse en un marginal -la nota de 'corte' a partir de la cual se da por concluida la puja- del 3,01% y el 3,40%, respectivamente, frente al 3,52% y el 3,79% de las subastas equivalentes realizadas el pasado 13 de diciembre.
La rebaja de la remuneración de los títulos a corto plazo estuvo acompañada de una demanda muy abundante, casi 14.000 millones de euros para una colocación estimada entre 5.000 y 6.000 millones, que finalmente se quedó en 5.538 millones. Inversores del Reino Unido y españoles se repartieron, en cuotas iguales, la mitad de la emisión.
La buena colocación de la deuda dio alas a la Bolsa de Madrid, que volvió a comportarse notablemente mejor que la mayoría de las plazas europeas. El Ibex-35 registró un avance del 2,95% -un repunte de 303 puntos- que dejó este indicador en 10.583 unidades, el nivel que presentaba hace tres meses. El Dax de Francfort experimentó una mejora del 0,92%, similar a la recuperación del Cac francés, que fue del 0,89% y al 1% de incremento del Footsie 100 del Reino Unido. Al cierre de los mercados todavía no había constancia firme de los desacuerdos de los ministros de Finanzas europeos, y los inversores optaron por celebrar la relativa distensión de los bonos públicos.
La proeza del Tesoro español, capaz de captar más de 14.500 millones en menos de una semana, tiene elevado coste porque la colocación sindicada de los bonos a diez años llevada a cabo el lunes tuvo un importante sobreprecio, al suscribirse al tipo más alto en una década. La vicepresidenta Elena Salgado estimó que la carga asumida es «perfectamente soportable».
