Un manifestante desafía a los cañones de agua durante una protesta, ayer, en la capital tunecina. :: REUTERS
MUNDO

Viejas caras en el nuevo Gobierno de Túnez

El Ejecutivo que dirigirá el país hasta las elecciones anuncia que liberará a los presos políticos e investigará los casos de corrupción

RABAT. Actualizado: Guardar
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Túnez cuenta desde ayer con un nuevo gobierno de unidad nacional que será el encargado de realizar la transición política del país hasta que se convoquen elecciones «en seis meses como muy tarde», anunció ayer el primer ministro Mohamed Ghanuchi. El nuevo Ejecutivo mantiene a seis ministros de la era Ben Alí se incluye también a tres históricos jefes de la oposición legal tunecina, además de miembros de la sociedad civil. La formación tomó ayer su primera decisión: libertad para todos los presos políticos e investigación de todos los sospechosos de corrupción.

El núcleo duro del gobierno -Exteriores, Defensa, Interior y Finanzas- lo siguen ocupando ministros de Ben Alí, que también mantienen Justicia, así como el cargo de primer ministro. De las 19 carteras anunciadas ayer por Ghanuchi, 12 permanecen en el ámbito de la Reagrupación Constitucional Democrática (RCD), algunos de ellos antiguos ministros. El RCD es el partido de Zine el Abidine Ben Alí, que huyó el pasado viernes a Arabia Saudí.

El Ejecutivo de transición cuenta además, y por primera vez en la historia de Túnez, con los líderes de los tres partidos legales de la oposición, que ocupan ministerios menores. Ahmed Brahim, cabeza del movimiento Etajdid (Renacimiento, antiguo Partido Comunista), ocupará la cartera de Enseñanza Superior e Investigación Científica; Nejd Chedid, jefe histórico del Partido Democrático Progresista (PDP), se encargará de Desarrollo Regional; y Mustafa Ben Jafar, que dirige el Frente Democrático para el Trabajo y las Libertades (FDTL), será ministro de Sanidad.

Ghanuchi aseguró ayer también que se suprime el Ministerio de Información, encargado hasta ahora de la censura de los medios de comunicación. «Anunciamos la libertad total de información», confirmó el primer ministro a los periodistas. Además, según manifestó al canal de noticias 'Al Arabiya', los comicios presidenciales y legislativos se celebrarán antes de seis meses. «La Constitución prevé la convocatoria de elecciones en 45 a 60 días (.), un plazo que no es suficiente» para poner en marcha las reformas necesarias para la celebración de los comicios, señaló el primer ministro.

«No nos fiamos»

Sin duda, una de las noticias más celebradas ayer en Túnez fue el anuncio de la liberación de todos los presos políticos y de opinión, así como la promesa de investigar a todos aquellos sospechosos de haberse enriquecido ilícitamente durante el régimen de Ben Alí, ya que la corrupción había sido unos de los detonantes de la revuelta. Ghanuchi también anunció el levantamiento de todas las restricciones a la formación de organizaciones no gubernamentales y a la formación de partidos políticos. Todas las formaciones que lo soliciten serán legalizadas para que puedan participar en las próximas elecciones, a pesar de haber sido excluidas del Gobierno de transición. Aún está por ver que los tunecinos, que se han manifestado durante más de un mes en una revolución donde se han sacrificado más de un centenar de vidas, acepten las viejas caras en el nuevo Gobierno. O que se conformen con que se haya dejado fuera del nuevo Ejecutivo a los partidos prohibidos por Ben Alí, como los islamistas moderados de Ennahda, o los izquierdistas Partido de los Trabajadores y el Congreso por la República de Moncef Marzuki. El opositor, exiliado en París, criticó ayer duramente al nuevo Gobierno, que considera una «mascarada» y una «burla», ya que mantiene en los puestos clave a hombres de Ben Alí.

Ayer, antes de conocerse la composición del Ejecutivo, miles de personas marcharon en el centro de la capital para pedir la exclusión en el nuevo Ejecutivo de los miembros del RCD. «No nos fiamos de este Gobierno porque son los de siempre, como Ghanuchi, Morjane (Exteriores) y, en particular, Friaa (Interior). No ha cambiado nada», se quejaba a la agencia Reuters Mohamed Mishrgi, un manifestante. La protesta fue confrontada por las fuerzas de seguridad, que utilizaron gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes.

La presencia de fuerzas de seguridad sigue siendo muy intensa en la capital y en otras ciudades tunecinas. Aunque, según testigos, el temor aún se respira en las calles de Túnez después del fin de semana en el que partidarios de Ben Alí han aterrorizado a la población, algunos cafés y comercios abrieron ayer sus puertas.