Diálogo. Asegura que ofrecerá «cooperación» a todos los sectores ciudadanos para sacar al Ayuntamiento y a la ciudad de la grave crisis en que se encuentran. :: ESTEBAN
Jerez

Medidas «impopulares» para acabar con el «caos» municipal

Anuncia una auditoría, eliminación de horas extra, revisión de productividades y la reubicación del personal en áreas productivas

JEREZ. Actualizado: Guardar
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«Desastre», «caos», «destrucción». Pacheco pintó ayer un panorama realmente desalentador ante la grave crisis «política, social y económica que vive la ciudad». Una coyuntura ante la que hace falta «diálogo y cooperación» con todos los agentes de la ciudad, desde políticos a vecinos pasando por empresarios. Pero para aplicar el remedio, lo principal es el diagnóstico. Por ello, anunció una auditoría de empresas municipales -algunas en quiebra técnica- que permitirá conocer la «magnitud del agujero que dejará el gobierno provisional en mayo» sin recurrir para ello a compañías externas.

De este modo, dedicará los primeros días a «limpiar y ordenar profundamente la casa» donde el déficit corre a razón de 20 millones de euros anuales. Entre sus primeros pasos también destacó la necesidad de «revocar los compromisos de tierra quemada que ha llevado a cabo este gobierno deprisa y corriendo».

Bajo el concepto de «ciudad inteligente» y con el reto de aplicar «una nueva forma de hacer política», Pacheco presentó las cinco ideas que regirán su gestión. La primera de ellas, un plan de saneamiento económico que frene el panorama desolador que dibujó: abandono de las concesionarias, gasto financiero «desorbitado», retraso en el cobro para las 4.000 nóminas que dependen del Ayuntamiento, autobuses como «tartanas» o infraestructuras nuevas pero sin agua ni luz. Por no hablar de la situación de concesionarias donde la plantilla está «acojonada porque no podrá cobrar ni pagar su hipoteca».

De Persépolis a Jerez

La ciudad, aseguró Pacheco, no necesita de «grandes proyectos porque ya está consolidada; hay que saberla gestionar y que los servicios funcionen, pasar de los macroproyectos a los microproyectos ya que esto no es Persépolis ni la capital de Brasil».

Tampoco «salvadores de la patria», sino «un alcalde que inspire confianza y no cuente milongas», capaz de poner en marcha medidas «impopulares» sin depender de la ayuda externa de otras administraciones públicas. En este sentido, recordó que fue capaz de gestionar Jerez durante muchos años ante el aislamiento de las administraciones y de quienes «intentaban joder todos los proyectos».

Pacheco se marcó como principal reto «reequilibrar el déficit presupuestario actual» bajo tres premisas: asegurar los servicios básicos, mantener los impuestos y no recurrir a despidos que «dependan de las arcas municipales». Entre esas medidas impopulares, abogó por: recuperar el organigrama municipal, eliminar los servicios poco productivos y «recolocar al excedente de trabajadores en un sitio donde hagan falta»; eliminar horas extra, revisar las productividades y aprobar una Relación de Puestos de Trabajo.

Y es que la plantilla municipal, «muy desmotivada por la continua improvisación del gobierno», debe ponerse a trabajar para «recuperar la ilusión». Un cambio que el exalcalde quiere liderar, recuperando la «velocidad de vértigo» de un Consistorio que fue «motor».