Cristiano Ronaldo y Xabi Alonso se lamentan el pasado domingo tras una ocasión fallida ante el Almería. :: REUTERS
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El Real Madrid se debate entre la frustración y las dudas

El empate ante el Almería aleja a los de Mourinho del liderato y crea incertidumbre en torno al proyecto Los blancos no pueden seguir el ritmo de un Barcelona en estado de gracia

MADRID. Actualizado: Guardar
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¿Está perdida la Liga? Esa es la pregunta que obsesiona a los aficionados y a la plantilla del Real Madrid. Los blancos terminan la primera vuelta frustrados y envueltos en dudas. Todos vivieron como una catástrofe el empate de Almería. Las alarmas saltaron en el Santiago Bernabéu. Ya no dependían de sí mismos. Cuatro puntos les separan del todopoderoso Barcelona a mitad de campeonato. Una distancia irrisoria con 19 partidos por delante que se convierte en insalvable ante la fiabilidad azulgrana. ¿Será una distancia suficiente? ¿Hay capacidad para reaccionar? ¿Habrá refuerzos? Muchas preguntas, pocas respuestas.

Si los 'merengues' se quedan con las cifras, verán que son extraordinarias. El Madrid suma 48 puntos, cuatro más que la pasada campaña con Manuel Pellegrini. Solo ha perdido el clásico ante el Barça (5-0) y ha cosechado tres empates frente a Mallorca, Levante (al comienzo liguero) y el reciente ante el Almería. Por el contrario, en el Bernabéu se ha mostrado intratable. Es el único equipo que ha ganado todos los encuentros en su estadio. Ni siquiera el Barça puede decir lo mismo. Además, cuenta con Cristiano Ronaldo, el 'pichichi' más voraz de los últimos años en el campeonato. El portugués lleva 23 goles en 19 encuentros, camino de pulverizar el récord. Sin embargo, todos estos datos positivos no le han servido para ser campeón de invierno, lo que ha desatado el nerviosismo.

A vueltas con el '9'

Una de las explicaciones es la falta de delanteros. Mourinho está obsesionado con reforzar esa posición. El técnico portugués siempre pensó que andaba escaso de arietes, pero mientras llegaban los goles y los triunfos se aparcó el tema. Sin embargo, la lesión de Higuaín y el bajo rendimiento de Benzema lo han convertido en una prioridad. El presidente, Florentino Pérez, se ha resistido a fichar a nadie en el mercado de invierno y concentrar esfuerzos y dinero para un 'galáctico' la próxima campaña. Llorente, Rooney e incluso Agüero están en esa lista.

Pero Mourinho sabe que se le exigen títulos esta campaña y cree imprescindible otro '9'. De hecho el luso ha hecho todo lo posible para presionar a la directiva en ese sentido. Desde declaraciones públicas hasta las decisiones en el banquillo. No ha vuelto a convocar a Morata, el ariete del filial, argumentando que necesita más minutos en el Castilla para madurar. Su experimento frente al Almería, donde dejó a Benzema en la caseta, fue su último mensaje al palco. Prefirió a un Kaká recién salido de una lesión de seis meses que al futbolista galo.

«Había un '9' en el banquillo. Si algo no le falta a este equipo es gol», aseguró el director general del Madrid, Jorge Valdano, en una clara alusión a la suplencia de Benzema en Almería. Sin embargo, las gestiones para contratar a un delantero de urgencia pueden acelerarse tras el tropiezo almeriense. La llegada de Van Nistelrooy parece muy complicada a pesar de los deseos del jugador. El holandés confirmó ayer la dificultad de la operación: «Va a ser muy difícil que el Hamburgo me deje ir. De hecho lo extraño sería que me dejaran marchar». Los alemanes no están dispuestos a dejar escapar a su único punta (los otros dos están lesionados). El Madrid ya piensa en otros nombres. El problema es convencer a un jugador con nivel suficiente para jugar en el equipo solo durante seis meses.

Más allá del posible refuerzo en invierno, el Madrid también ha mostrado durante esta primera parte de la temporada carencias en su juego. Vive de la ambición y la calidad descomunal de Cristiano, del acierto de Casillas y de las genialidades de Ozil. Las individualidades por encima del conjunto. A todo ello se suma la saturación de partidos de sus futbolistas. Mourinho confía ciegamente en un grupo reducido de 14 hombres que han disputado el 89% de los minutos. Muy pocos para afrontar con garantías tres competiciones. De nuevo, aparecen las dudas.