
«Llevo cuatro días sin salir de casa, pero no me planteo abandonar Túnez»
La gaditana Celina González estudia árabe en este país y es testigo de excepción de la revuelta popular contra el presidente Ben Ali
CÁDIZ. Actualizado: GuardarTúnez ha estallado. La corrupción política, el paro y la inmensa fortuna que ha amasado su presidente, El Abidine Ben Ali, a través de dudosos negocios durante sus 23 años de Gobierno, han terminado por crispar a la población. El pasado 17 de diciembre Mohamed Bouazizi, un joven universitario que vendía fruta en el centro de la ciudad, se quemaba a lo bonzo en señal de protesta por la actuación de la Policía que minutos antes le había requisado la mercancía. La muerte de este joven fue el germen de las revueltas populares que han terminado con una dictadura encubierta. Los ciudadanos temen ahora la represalia de la Policía, muy vinculada al régimen de Ben Alí
La gaditana Celina González ha sido testigo de excepción de esta revolución tunecina, que se ha cobrado, al menos, 60 víctimas mortales. «Llevamos cuatro días sin salir a la calle por el toque de queda y es imposible encontrar pan o leche. Las tiendas están cerradas». Celina nació hace 26 años en Puerto Real y estudia Traducción en Interpretación de Árabe en Granada. Desde octubre de 2009 reside en pleno centro de Túnez capital, donde realiza el curso complementario. Reconoce que eligió en su día este pequeño país del Magreb para continuar con su carrera, «porque es el más aperturista de todos. Las mujeres, por ejemplo, no llevan velo y el francés es el segundo idioma».
Celina comparte un piso de alquiler con un estudiante sevillano y acude a diario a clase al Instituto Bourguiba de 8 a 13 horas. Por las tardes, sigue sus estudios en el Instituto Cervantes y el tiempo de ocio lo dedica, entre otras cosas, al aprendizaje de la cocina árabe. La revuelta popular contra el Gobierno ha roto por ahora sus planes. «Las clases están suspendidas y no es conveniente salir de casa porque la Policía reprime las manifestaciones con disparos y gases lacrimógenos».
Celina pasó las navidades en familia. La situación en el país era entonces complicada, pero no esperaba que los acontecimientos se sucedieran tan deprisa. El presidente ha sido derrocado y ha encontrado asilo en Arabia Saudí tras rechazarlo Francia e Italia. El Ejército se ha encargado de la seguridad, mientras que el Primer Ministro, Mohamed Ganuchi, trata de organizar un equipo de gobierno que tome las riendas del país. Celina confía en que la situación se normalice en las próximos días y ya le ha comunicado a su madre, Carmen Valero, que aguantará en Túnez.
La joven comentó anoche a este periódico que también ha contactado con la embajada española en aquel país, que garantiza la salida de todos los españoles que lo soliciten, sin embargo, los responsables diplomáticos aclaran que, de momento, no hay orden de evacuación.
Celina destaca que el estado de emergencia declarado en el país ha cambiado su vida. Las noticias que llegan sobre víctimas «son confusas y se ha extendido el rumor de que francotiradores de la Policía han tomado posiciones en las calles de la capital para reprimir cualquier tipo de revuelta». Celina está tranquila.