Pilotos en el circuito por un día

Si ver la pista del Circuito de Jerez a pie es ya impresionante, imagínense al volante de un Lamborghini o de copiloto de un biplaza de carreras. Más de 150 personas procedentes de toda Andalucía pudieron comprobarlo ayer gracias a la iniciativa de la empresa Emocionday, que trajo hasta la ciudad una exquisita flota de Ferrari, Porsche y Lamborghini.

Desde Almería, Granada o San Fernando, los aficionados estuvieron puntuales en su cita con los modelos de las míticas marcas. Escuchar el sonido característico de un motor Ferrari, sentir bajo los pies cómo el vehículo pisa el piano y agarrarse al asiento ante la velocidad de vértigo en la línea de meta son sensaciones que no experimenta uno todos los días. De ahí la expectación que había generado la iniciativa en el trazado jerezano. Para el responsable de eventos de la empresa, Jordi Fuset, «hemos tenido buena aceptación en este circuito porque es muy querido por los apasionados de los coches». La intención de la empresa es regresar a Jerez «todas las fechas posibles aunque aquí hay una ocupación muy alta de campeonatos y entrenamientos», dijo Fuset mientras organizaba en el Box 18 quién se subía a cada vehículo.

Reconocimiento y conducción

Como explicaron desde Emocionday, los clientes realizan primero una vuelta de reconocimiento en una berlina para que el instructor le dé las primeras indicaciones y les enseñe los secretos del trazado. Después, cada uno cogerá el coche que ha elegido y dará las vueltas que haya contratado previamente. Desde las nueve de la mañana y hasta las cuatro de la tarde, los privilegiados fueron pilotando los automóviles mientras sus acompañantes no dejaban de hacerles fotos.

«Repetiría la experiencia porque he disfrutado aunque al principio he sentido miedo», dijo Mari Ángeles Titos. Junto a ella, Miguel Fernández bromeaba con la potencia de las máquinas: «El Ferrari es lento, apenas acelera, no tiene tracción... ¡qué va, es una pasada¡», dijo.

Desde Almería vinieron expresamente José López y su familia para disfrutar del momento: «Es el regalo de mis hijos y mi mujer por mi 60 cumpleaños. Es un sueño. Ya que uno no se lo puede comprar, por lo menos hay que conducirlo», dijo emocionado y perfectamente equipado con una chaqueta roja de Ferrari. Sin duda, todos se sintieron Fernando Alonso por un día.