Sobró el último minuto en Balaídos

Mazazo descomunal cuando nadie se lo esperaba. Porque el Celta estaba resolviendo un partido complicado sin florituras pero con pragmatismo. Todo indicaba que el gol de De Lucas a la media hora sería suficiente para tumbar al inofensivo Xerez, pero los azulones encontraron petróleo en un postrero pelotazo. Con el minuyo 90 encima empató Mario Bermejo y dejó a los célticos con cara de todos. Habían administrado el partido con sapiencia, con el sufrimiento justo y volvieron al vestuario con dos puntos menos.