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«De joven me escondía el tabaco en el calcetín»
Yolanda Peinado Delegada Provincial de Cultura
Actualizado: GuardarYolanda Peinado recuerda con todo lujo de detalles el momento en que decidió dejar de fumar: «Salí de trabajar y de pronto el olor me pareció repugnante». Peinado aprovechó la ocasión para no volver a encender un pitillo. En casa no le creyeron cuando anunció que iba a dejarlo pero aún así siguió con la decisión. «Durante los tres meses siguientes llevé conmigo un paquete de tabaco. No quería dejarme llevar por la ansiedad y no tener un cigarro que fumar». Pero no lo necesitó y terminó regalándolo. De eso hace ya tres años y la delegada de Cultura se siente satisfecha. No es la primera vez que lo ha dejado, aunque esta vez ha superado el récord de tiempo. «Durante los embarazos pude dejarlo sin problema. Fue como si se encendiera el 'chip' de la maternidad, pero cuando pasó el periodo de la lactancia volví a hacerlo». No recuerda con exactitud el primer cigarro que se encendió aunque sospecha que fue rodeada de amigos. «Siempre he sido una fumadora social. Con 17 años empecé a fumar y recuerdo que me escondía los cigarros en el calcetín, como mis amigos, para que no me pillaran». Pero lo que se inició como un acto social acabó en adicción. «Me considero como una especie de fumadora rehabilitada y sé que mientras no vuelva a probar un cigarro seguiré sin caer de nuevo».