Marc Coma, el rey del Dakar
El piloto español hace historia tras conquistar por tercera vez el rally más famoso del mundo
MADRID. Actualizado: GuardarMarc Coma nació con una moto bajo el brazo. O casi. Con tan sólo ocho años se subió a una Montesa Cota 348. Casi tres décadas después se ha convertido en una leyenda del motor al conquistar ayer su tercer Dakar, el rally más duro del mundo. En la presente edición el piloto español ha dominado la prueba con autoridad hasta acabar con una ventaja de 15 minutos sobre su inmediato perseguidor, el francés Cyril Despres.
En el desierto de Atacama ha sumado cinco victorias de etapa que elevan a 16 el total en sus nueve participaciones. La decimotercera etapa, la que ponía el punto y final a la prueba de 2010, fue para el holandés Frans Verhoeven. El líder terminó quinto a 2:16 marcando de cerca a Despres, cuarto a 44 segundos. El chileno Francisco 'Chaleco' López finalizó la etapa remolcado por un compañero, con más de dos horas y media de retraso y perdió la tercera posición que ocupaba en la general, donde fue reemplazado por Helder Rodrigues. En la historia del Dakar sólo tres pilotos han conseguido más títulos que el catalán en la categoría de motos: Peterhansel (5), Neveu (5) y Orioli (4). Coma ya está entre los grandes.
No fue muy difícil introducirle el 'gusanillo' por las dos ruedas. Su padre era un gran aficionado e incluso había logrado una meritoria quinta plaza en el Campeonato de España de motocross en categoría sénior. Por tanto, desde pequeñito, Coma estuvo familiarizado con el rugido de motores. El catalán creció entre los estudios y las carreras en competiciones regionales y nacionales. Los primeros éxitos se produjeron en la especialidad de enduro en campo abierto. Los trofeos por conquistar los títulos de Europa o del Mundo de esa disciplina poblaron sus vitrinas.
Sin embargo, el punto de inflexión de su carrera se produjo en 2002, el año en que participó en el Dakar por primera vez. No pudo contar con una moto puntera, pero cumplió con dignidad y fue capaz de acabar sexto una etapa. Como todo buen principiante en el rally africano, Coma no pudo terminar la carrera. Pero el desierto africano le había subyugado. Se enamoró de la belleza de las traicioneras dunas. La dureza de una prueba más propia de aventureros que de deportistas, donde las averías y caídas están a la orden del día. Desde entonces el Dakar sería su objetivo prioritario.
Progresión y títulos
Regresó al año siguiente ya en KTM, formando equipo con Nani Roma e Isidre Esteve. A pesar de fracturarse la muñeca en una caída, el catalán terminó undécimo el Dakar. Más fuerte fue el golpe que recibió en 2004 que le obligó a abandonar la prueba. Volvió con más energías que nunca en la siguiente edición que terminó segundo. Por fin, en 2006 cumplió su sueño y conquistó el rally más afamado del mundo. Triunfo que repitió tres años después, ya en tierras argentinas y chilenas.
El piloto catalán se ha adaptado a la perfección a las arenas de Atacama, con dos victorias en tres ediciones. «Es una victoria con mucho trabajo, muchos sacrificios, y de toda la gente que está detrás. Esto me costó mucho. Tengo un muy bueno equipo en el Dakar, que nunca me permitió conocer el más pequeño problema», aseguró el campeón, sin poder esconder su alegría.
Tras años de espera, el desierto parece domado por los pilotos españoles. Con el tercer triunfo de Coma, España sumó su quinto Dakar, tras los títulos de Nani Roma en motos (2004) y Carlos Sainz en coches (2010).