Alexis le gana la partida al bigoleador Callejón. :: AFP PHTO
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Callejón sin salida

Dos goles del delantero 'perico' dejan sin premio a un Sevilla que chocó una y otra vez con el muro blanquiazul

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Era el mejor partido de la jornada adelantada al sábado y no defraudó. Al menos por lo que se vio en los primeros minutos de juego ya que tanto Espanyol como evilla imprimieron un ritmo trepidante y muy rápido tanto Kameni, meta perico, como Javi Varas, arquero local, comenzaron a mancharse el mono de trabajo.

El Sevilla fue el que más cerca estuvo de adelantarse en el marcador después de que Luis Fabiano cabeceara con precisión un buen centro de Romaric pero el brasileño se encontró con la mano de Kameni, que no se cansaría de aparecerse a los atacantes sevillistas durante toda la noche. Apenas un minuto después el ariete carioca volvería a intentarlo pero esta vez se encontraría con la oposición de Forlín, que fue cambiado en el descanso por Pochettino, que no se fió del argentino al verle con tarjeta amarilla.

El Sevilla era quien más lo intentaba. De hecho, en el minuto 18 sería Navas quien perdonaría a un Espanyol que no se creía seguir aún con vida. El ímpetu local fue frenándose paulatinamente mientras los catalanes fueron adelantando sus líneas. Tanto se crecieron que a falta de cinco minutos para el descanso un envío en largo de Javi Márquez y a la espalda de la defensa andaluza fue aprovechado de una forma magistral por Callejón, que metió con acierto la punta de su bota derecha para sorprender a un Javi Varas que se quedó helado.

Asedio local

El resultado era injusto a todas luces por los méritos de unos y otros durante el primer periodo. Para colmo, la segunda parte siguió el monólogo sevillista ante un Espanyol que supo sufrir e incluso asustar en alguna que otra contra.

Pero nada. El balón no entraba. Ni Luis Fabiano, ni Navas, ni Kanouté, ni Perotti. Todos y cada uno de los balones chocaban contra el muro blanquiazul o en última instancia con un Kameni genial.

Manzano movió el banquillo y refrescó su ataque sacando del campo a Perotti y Luis Fabiano y metiendo vitamina española con el extremo almeriense Diego Capel y el delantero madrileño Negredo. Por su parte, Pochettino metió más madera con Dusher, aplaudido en el Pizjuán, en el centro del campo.

Pero el Espanyol ayer estaba tocado por una varita mágica porque si el Sevilla no se cansó de intentarlo, el Espanyol volvió a golpear en la siguiente que tuvo. Y otra vez fue Callejón el que daba la puntilla al combinado andaluz tras aprovechar un error defensivo. Negredo en el descuento dio vida a su equipo pero ya era demasiado tarde para arreglar las cosas.