![](/cadiz/prensa/noticias/201101/13/fotos/4613582.jpg)
«Me he llegado a llevar un trozo de un asiento pegado a mi pantalón»
Las modificaciones en las rutas y el estado en el que se encuentran la mayoría de los autobuses, lo que más preocupa a los usuarios
JEREZ. Actualizado: GuardarSon las doce de la mañana pasadas y los rayos del sol intentan hacerse notar detrás de las nubes. Aún así, hace algo de frío, demasiado para esperar en plena calle. De repente, empieza a chispear y los usuarios se apelotonan rápidamente en las paradas de autobuses con tal de ponerse a cubierto. «A ver si no se vuelve a retrasar otra vez» comenta una mujer a su amiga. «El servicio está demasiado descontrolado, algunos llegan a retrasarse hasta más de diez minutos».
Ana María es una de las afortunadas, está sentada en el banco de la parada pero se queja porque el autobús que está esperando «no llegará hasta dentro de una hora». Y no es la única que está insatisfecha con las modificaciones realizadas en el último tiempo en la frecuencia de paso en las líneas de autobuses. De hecho, para Encarnación ir a pasear por el centro se ha convertido en una pérdida de tiempo. «Solo en ir y venir puedo tardar hasta dos horas».
Los minutos pasan, y mientras que unos llegan, otros se van. El cinco, el veinte o el cuatro son algunas de las líneas que tienen parada en la plaza Esteve. «El cuatro da demasiadas vueltas" dice una señora. Manuela es de las que piensa que no deberían haber modificado el recorrido que realizaban los servicios urbanos «porque resulta que ahora funcionan bastante mal». Juana y Mercedes, que suelen compartir autobús a diario para acudir a su puesto de trabajo, también se han visto afectadas por los recientes cambios en los recorridos. «No están en condiciones; alguien debería volver a cambiarlos».
«Los autobuses se encuentran en un estado lamentable. De hecho, hay dos o tres que están nuevecitos pero el resto está fatal» asegura Salvador, que a sus 71 años utiliza este medio de transporte con bastante frecuencia.
Para él «se mueven demasiado y tienen poca estabilidad» por lo que resulta complicado llegar al asiento más próximo una vez el vehículo se ha puesto en marcha. Y es que el paso de los años de la flota «se ve, se siente y hasta se respira». O como bien repite María, una y otra vez, «simplemente dan pena», alegando que una vez se ha llegado a llevar hasta un trozo de uno de los asientos pegado a su pantalón.
«Una ciudad como Jerez debería tener un servicio público digno, que se ajustara a nuestras necesidades y a nuestra población, que ya cuenta con más de 200.000 habitantes».
Son muchos los usuarios que se quejan de lo antiguos que están los autobuses y muchas las historias por contar.
«El otro día me quedé a las puertas del Mercadona esperando a que llegara otro autobus porque en el que viajábamos nos dejó tirados» asegura Encarnación.
Ana María tiene alergia y por eso cada vez le gusta menos coger los servicios urbanos. «Para las personas alérgicas como yo, la humedad de los autobuses les afecta muchísimo». «Da hasta miedo dejarse caer y casi diría que se pueden coger hongos ahí dentro».
Y es que no hace falta fijarse mucho para percatarse de los múltiples desperfectos que presenta la flota de autobuses jerezana. Por eso mismo, la mayoría de los usuarios piden que la concesionaria cumpla con los propósitos necesarios.
Una futura adquisición que la compañía actual, Los Amarillos, tendrá que cumplir puesto que entra dentro del contrato que firmará el próximo viernes. Deberá comprar 32 nuevos vehículos que sustituyan a los que recorren actualmente las calles de Jerez, con el fin de que la ciudad pueda disfrutar de un servicio público acorde a sus necesidades, ya que buena parte están ya para llevarlos al desguace.