Sociedad

Una lectura entre el bochorno y la improvisación

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Álex de la Iglesia logró el pasado año que Penélope Cruz y Javier Bardem se cogieran de la mano en el patio de butacas, y que Pedro Almodóvar hiciera las paces con la Academia. Sin embargo, ayer no acertó en la lectura de los candidatos al Goya. Jorge Sanz y Marta Etura fueron los encargados de revelar la lista de nominados en una tediosa ceremonia que, por momentos, parecía improvisado. Un ingrato aperitivo a una gala en el Teatro Real en la que se quiere tirar la casa por la ventana.

Las chanzas entre los actores y el presidente de la Academia se pretendían espontáneas para restarle trascendencia al acto. Sin embargo, el bochorno se apoderaba de los periodistas cuando Jorge Sanz demostraba que nunca había oído hablar de Michael Haneke -candidato al Goya a mejor película europea por 'La cinta blanca'- por lo mucho que le costó pronunciar su nombre. Así, la cosa transcurrió entre exclamaciones de apoyo del presidente -«¡Aupa Julio!», animó a Medem-, bailes de nombres y chistes malos. «¡Cuánta gente trabajamos en el cine español!», exclamó Jorge Sanz. Y De la Iglesia le contestó: «Más están en casa sin trabajar».