«La educación sexual y cívica amenaza a la libertad religiosa», dice Benedicto XVI
ROMA. Actualizado: GuardarBenedicto XVI pronunció ayer su tradicional discurso de año nuevo al cuerpo diplomático, un acto relevante y útil para conocer las prioridades de la Santa Sede a nivel internacional. Lo llamativo de esta ocasión es que lo centró casi exclusivamente en su preocupación por la libertad religiosa. Fue algo un tanto insólito, pues en general el pontífice repasa varios temas, crisis y conflictos de los distintos países, y la intervención tiene un perfil más geopolítico. Sin duda se debe a la conmoción en muchos lugares que se suman a los de los últimos años y han erigido la cuestión como una de las principales inquietudes de la Iglesia católica. Pero dentro de este análisis el papa añadió a renglón seguido lo que considera amenazas a la fe en Occidente, y citó, por ejemplo, a aquellos países «donde se ha impuesto la participación en cursos de educación sexual o cívica que transmiten una concepción de la persona y de la vida pretendidamente neutra, pero que en realidad reflejan una antropología contraria a la fe y a la justa razón».