Rebelión en las pedanías

Desde que el pasado 28 de diciembre les cortaron la luz por impago, en el Ayuntamiento de San Isidro del Guadalete apenas pueden atender a los vecinos. Desde ayer sólo el alcalde, Antonio Ramos (PSOE) y una trabajadora acuden a la casa consistorial para dirigir a los vecinos a Jerez o La Barca si tienen que cumplimentar algún trámite con cierta urgencia. El Ayuntamiento matriz les debe más de 60.000 euros, lo que supone el 40% de su presupuesto anual. A pesar de la delicada situación, el responsable dice confiar en la palabra de la delegada María del Carmen Martínez, que le prometió que "entre hoy y mañana se solucionaría todo". Mientras tanto, el alcalde asegura que "vamos a seguir así hasta que tengamos luz". "Es una vergüenza que tengamos que ir hasta La Barca para hacer una fotocopia o firmar el carnet del paro", aseguró ayer uno de los vecinos, Eduardo Rodríguez.

A pocos kilómetros de San Isidro, en Torrecera, sí tienen corriente eléctrica en el Ayuntamiento pero los retrasos en el cobro de las transferencias mensuales asfixian todos los proyectos. Dadas las circunstancias, Manuel Bertolet (PSA) ha decidido denunciar al Consistorio jerezano por incumplimiento de sus obligaciones: "Vamos a pedir al juez medidas cautelares de forma que los recursos que le correspondan a Torrecera se retengan directamente de la PIE o de Diputación sin que pase por Jerez. El dinero de Torrecera debe llegar a Torrecera, no que se lo gaste el Ayuntamiento de Jerez", dijo. Según el alcalde, la cantidad adeudada supera ya los 100.000 euros. Lo que sí quiso dejar muy claro Bertolet es que "no es un asunto político: si Jerez paga retiraremos la denuncia o ni siquiera la presentaremos", aseguró.