El exsocio de La Gata no se presenta en el juicio contra Eloy Sánchez-Gijón

El exsocio de Eloy Sánchez-Gijón no se ha comparecido esta mañana en el juicio que se celebraba con motivo de la denuncia que presentó acusando al antiguo dueño del chiringuito La Gata de no facilitar el libro de cuentas, de falsearlo y de apropiación indebida. La parte acusada ha aportado dos cajones repletos de documentacion contable. Segun él el socio estaba al corriente de toda la contabilidad.

Eloy Sánchez-Gijón abandonó este verano la gerencia del chiringuito de La Gata -en la playa de Zahara de los Atunes-, que había montado en 2004 con un par de socios. Se quería dedicar a la música, su pasión, por lo que decidió dejar atrás casi seis años al frente de este singular y bohemio bar de playa, que además de copas y tapas, se hizo famoso por organizar conciertos en directo de auténticas figuras de la canción de autor. A pesar de su marcha, los problemas del chiringuito siguen persiguiendo a este gaditano de adopción (cuyo apellido es más conocido por la carrera de su hermana, la actriz Aitana Sánchez-Gijón), acusado por un presunto delito societario.

Hace dos años, Eloy protagonizó una sonada huelga de hambre junto a los trabajadores de La Gata, cuando la Guardia Civil precintó temporalmente el local durante casi un mes (en pleno verano) porque presuntamente se había permitido el consumo de drogas en el chiringuito. Aquella denuncia ya llevó a Eloy ante los tribunales, pero a través de la vía contencioso-administrativa para recurrir la multa de 5.000 euros que se le impuso. Ahora, en cambio, se sienta en el banquillo denunciado por uno de sus dos antiguos socios -que contaba con el 25% del negocio-, que acusa a Sánchez-Gijón de no haberle facilitado el libro de cuentas de la empresa que compartían. Solicitó de manera reiterada la auditoría del negocio durante dos años, después de que el chiringuito fuera objeto de un primer cierre admnistrativo en 2005, causado -según él- «por la mala gestión» de Eloy.

Lo que comenzó como una cuestión meramente mercantil, será juzgada finalmente por la vía penal en la Sección Primera de la Audiencia de Cádiz, ya que el denunciante ha incluido en su acusación varios delitos tipificados en el Código Penal, como la falsedad contable o la apropiación indebida. El exsocio de Eloy le acusa, además, de aprovecharse de su participación mayoritaria -Sánchez-Gijón contaba con el 50% de la empresa- para tomar supuestos acuerdos que le perjudicaban a él. Por todo este rosario de delitos societarios, el abogado de la acusación particular solicitaba al tribunal que dicte una pena de prisión contra Eloy Sánchez-Gijón de ocho años y tres meses, además de una multa de 6.400 euros.

El antiguo compañero de negocios exige, aparte, una compensación económica equivalente a los beneficios de la empresa que le corresponderían como socio.

Dos frentes distintos

Lo cierto es que esta acusación y solicitud de condena tan elevada, se enfrenta casi diametralmente a la que ha planteado la Fiscalía de Cádiz, que no considera que se hayan cometido todos los delitos antes enumerados. Como mucho, según su escrito, acusa al exgerente de La Gata de un supuesto delito societario, al considerar que se negó supuestamente a entregar las cuentas de la empresa a su antiguo socio. Pero nada más. Además, este delito ni siquiera estaría castigado con la cárcel, como pretende el denunciante, sino con el pago de una simple sanción económica, de 12 euros diarios durante nueve meses -no más de 3.240 euros-.

Será el tribunal de la Sección Primera, a la vista de las pruebas, el que decida cual de las tres partes tiene razón: el Ministerio Fiscal, la acusación particular o el acusado, perseguido por las sombras de un negocio que según dijo al abandonarlo, le ha dado muchas satisfacciones, pero sin duda, también no pocos disgustos.