SOMOS DOSCIENTOS MIL

LA CABALGATA DE REYES

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Por una vez, que supongo no debe de sentar precedente de tipo alguno, pues para hablar bien sobre los políticos ya existe toda una enorme corte de allegados, pelotas, y demás, quiero hablar bien del Ayuntamiento de Jerez, en general, y de su Delegación de Fiestas, en particular, y ello con motivo de la cabalgata de los Reyes Magos vivida en nuestra ciudad en la tarde del pasado 5 de enero.

Evidentemente, con la Cabalgata pasa como con las lentejas, que el que quiere las come y el que no las deja, con lo cual todos tenemos nuestra particular opinión. Y tales opiniones van desde las de aquéllos a quienes la cabalgata les ha parecido espectacular, pasando por otros para los que la cabalgata de este año «ni fu, ni fa», y terminando en otros más que van contando pestes sobre el desfile de Sus Majestades, a veces por detalles tan nimios como que un caramelo lanzado al azar impactó contra sus cocorotas.

Sin embargo, como ésta es la columna donde semanalmente se moja el cronista firmante, debo decirles que para mí Jerez este año ha contado con una cabalgata de Reyes muy digna, rayando el apelativo de «gran cabalgata». Evidentemente, no es la cabalgata de Madrid, Barcelona o Valencia, pero la cabalgata jerezana supera de lejos a la de la mayoría de capitales españolas, lo cual se comprueba con facilidad observando los resúmenes que las distintas televisiones ofrecen.

Por hacer acopio de datos numéricos, algo que tanto gusta a muchos lectores, este año nuestra cabalgata contó con diecinueve carrozas, de las que más de la mitad eran completamente nuevas, mientras que el resto presentaban notables novedades en su diseño con relación a ediciones anteriores. La cabalgata iba amenizada por ocho agrupaciones musicales y tres pasacalles. Además, contaba con tres camellos (dos de los cuales se estresaron sobremanera por nuestras calles), así como un grupo de diez burritos. El desfile iba encabezado por un grupo de tuaregs a caballo, tras los que se entremezclaban las carrozas, las agrupaciones, los animales y un total de 800 figurantes en una cabalgata cuya mayor novedad, o al menos la que más llamó mi atención, fue la de la figura del águila articulada, suspendida de un vehículo grúa que, en determinadas calles, como la Avenida, lució espectacular pero que bajó mucho su lucimiento al llegar al centro, entre alumbrado navideño y árboles.

Finalmente, entre Reyes Magos, pajes y demás cortejo, se llegaron a lanzar a los niños jerezanos y restante población un total de 24.000 kilos de caramelos, la mayoría sin gluten, de los que este cronista tan sólo pudo coger dos, en parte por el placaje digno de un partido de rugby que sobre mí ejercía un padre, quien previsiblemente pretendía poner un puesto de caramelos para sus pequeños.

Por ello, ya lo decía al principio, para lo que es nuestra ciudad, para su grave situación económica, para el altísimo número de parados que tiene, Jerez contó con una cabalgata a la altura de las mejores. Habrá quien critique que el Ayuntamiento no está para ese tipo de dispendios aunque a mí, que quieren que les digas, me parece que en épocas de crisis este tipo de actos contribuye a transmitir tal cantidad de ilusión y alegría, que se hace más necesario que nunca invertir en su lucimiento.

Evidentemente puedo poner varios peros a la cabalgata, o a sus espectadores, empezando por la necesidad de acortar el recorrido de la misma a fin de evitar la insulsa vuelta por calle Corredera y, si fuera posible, buscar alguna ruta alternativa que evite el paso por calle Honda, pues la estrechez de la misma cualquier año puede acarrear una desgracia. También podría criticar la cantidad de «nonainos» que existen en la ciudad, más palpables que nunca en este tipo de actos, o criticar la forma en que se designan a Sus Majestades, a fin de evitar que sobre algún Rey Mago recaiga la sospecha de no acertar a comprender cuáles son sus meritos.

Mas todo ello queda a un lado pues, como digo, este año Jerez ha contado con una magnifica Cabalgata de Reyes. Por ello es de justicia, felicitar desde aquí a todos quienes forman parte de la misma, alcaldesa y delegada de Fiestas, como no, incluidas.