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Las rebajas llenan las grandes cadenas pero no el comercio local
El mal tiempo impidió que el público acudiera en masa a los negocios del centro de la ciudad en el primer día de campaña
Actualizado: GuardarLos jerezanos se lanzan un año más a las calles del centro de la ciudad y a las grandes superficies para realizar devoluciones, cambios o hacerse con los primeros artículos en rebajas. Se trata de ir en busca de la famosa ganga, de encontrar ese objeto que tanto deseamos a la mitad de precio, o de simplemente ahorrarnos unos euros en tiempos de crisis.
Y es que después de un invierno «un tanto flojo» para los comerciantes, las rebajas llegan «pisando fuerte». Con descuentos que oscilan entre el 40 y el 70 por ciento desde el primer día, sobretodo en la mayoría de las grandes cadenas. Algo más difícil se hace encontrar ofertas tan agresivas en los pequeños comercios. Algunas incluso se han atrevido a posponer la fecha de inicio de sus personalizadas rebajas. La mayoría de estos propietarios hablan de empezar el lunes aunque otras todavía no se han atrevido a ponerle fechaa dicho evento.
«Preferimos esperar para que nuestros clientes tengan la oportunidad de descambiar los artículos sin problemas», comentaba Merchi Pérez, la encargada de la tienda Calzados Loremar. «Hoy es el día de 'San Cambio'», decía un propietario de la calle Larga.
Así es como el pequeño comercio mima a sus clientes. Les facilita el acceso a los artículos retrasando las rebajas. «Así quedan números cuando una clienta vienen a descambiar los zapatos que le han puesto los Reyes».
Una iniciativa que no ha sido aprobada por todos. Como es el caso de la estudiante Alicia Almagro, que salió ayer más temprano de su casa para comprarse unas botas y se ha encontrado con semejante panorama. «No me parece bien que empiecen más tarde ya que se supone que hoy es el día oficial».
A Pedro tampoco le parece correcto, aunque también piensa que esta forma de actuar «permite que la pequeña empresa se diferencia del resto». Cosa que en estos días parece ser más que necesario.
Algunos se acercaban a las tiendas con el único fin de cambiar lo que le habían traído los Reyes y no querían. Como Inmaculada García, que había ido de tiendas con su marido para descambiar una camiseta. Otros, un tanto listillos, intentaban camelarse el dependiente de turno para que le permitiera descambiar una prenda para finalmente volversela a llevar pero con el descuento correspondiente.
Para Ana Mayaril, la encargada de la tienda de zapatos Catchalot, «la mañana transcurre bastante animada» ya que no ha parado de entrar gente desde que abrieron las puertas, a eso de las 10 de la mañana, a pesar de que el tiempo no acompañaba. Un goteo contínuo y largas colas matutinas que no se llegaron a prolongar en el tiempo.
Por la tarde el centro presentaba una estampa totalmente diferente. Los establecimientos, desordenados debido a la fugaz pero intensa avalancha de gente, quedaban prácticamente vacíos en su primer día en número rojos.
«No se respira ambiente de rebajas», comentaba una señora en una tienda de la calle Algarve. «Recuerdo años con precios más competitivos», se quedaja Pedro Vivanco, mientras se probaba unos tenis. Rubén vuelve a casa con las manos llenas pero algo desilusionado. «Me llevo solo un pantalón porque el jersey que quería comprar no lo han rebajado». No todas los artículos se rebajan a pesar de haber estado en tienda durante algún tiempo, llegando incluso a ocupar el sitio de las prendas de temporada.
Sin avalanchas
Parece que las rebajas han perdido la intensidad a la que nos tenían acostumbrados. Sin avalanchas multitudinarias para acceder a las tiendas. Sin peleas por conseguir una prenda, como asegura la encargada del Zara de la calle Larga que ha ocurrido otros años. Y todo ello a pesar de las agresivas rebajas que se podían ver ayer en el centro.
Una jornada en la que finalmente los verdaderos ganadores de la batalla fueron las grandes superficies dejando al comercio local en un segundo plano. Y es que muy complicado lo tenían el resto de comerciantes, sobretodo debido al mal tiempo. Otro motivo a tener en cuenta era que los niños no empiezan el colegio hasta el lunes.
Un ejemplo del éxito vivido ayer fue el centro comercial Área Sur, que estuvo lleno hasta bien entrada la tarde de la jornada de ayer. Se puede decir que no cabía ni un alfiler. Familias enteras disfrutaron durante toda la jornada de las tiendas y del ocio que ofrece este tipo de centros.
Unas rebajas que en su primer día deja un sabor dulce y a la vez amargo. De unos comerciantes que intentan captar la atención del público con precios llamativos para el consumidor y que a pesar de ello no terminan por encontrar el camino hacia una venta segura.