Dictadores y amenazas en el pleno de «las mentiras, tralará»
Actualizado: Guardar«Con actitudes como esta es normal que el público que viene a presenciar los plenos salga de aquí asqueado». Lo dijo Sebastián Terrada después de uno de los varios enfrentamiento protagonizados en el día de ayer por los ediles populares y socialistas. El concejal del grupo Mixto llegó a calificar la situación vivida ayer como «dantesca» y no le faltó razón.
La falta de respeto demostrada durante el pleno de ayer desde ambas bancadas superó la barrera del habitual «mal rollo» que se respira en la vida política de la ciudad. Insultos, gritos y acusaciones graves.
El enfrentamiento de ayer comenzó pronto. Ya en el la defensa de la enmienda presentada por el PSOE al tercer punto del orden del día la alcaldesa decidió retirar la palabra al concejal Gonzalo Pando antes de que este concluyese su exposición. Fue el primer paso de una escalada de menosprecios y palabras altisonantes entre los dos grupos con mayor representación en el pleno que ya no tuvo freno. Mientras Juan José Ortiz defendía una propuesta, Luis Ben se dedicaba a leer 'Arias de don Giovanni'. Mientras Marisa de las Cuevas hablaba, varios concejales populares se reían ostensiblemente. Detalles, que hasta cierto punto, son habituales en los plenos, pero hubo algo que nadie quiso pasar por alto, y es que en la defensa de su argumentación en una propuesta relacionada con el empleo, Teófila Martínez hizo referencia a los «beneficios electorales» que el atentado del 11-M tuvo para el PSOE. Esta afirmación indignó a los socialistas, que pidieron una rectificación y comenzaron los gritos e insultos. La alcaldesa quiso zanjar el asunto pasando a la votación del punto, pero antes Marta Meléndez pidió la palabra alegando «una cuestión de orden», amparándose en el artículo 57 del Reglamento que ordena los plenos. La alcaldesa le negó la palabra al considerar que su petición no era «pertinente». Y ahí empezó el gran lío.
Los socialistas a partir de ese momento comenzaron a recordar viejos tiempos. Acusaron a la alcaldesa de ser una «dictadora» y de despreciar la democracia. En algún momento incluso se le llegó a reprochar que llegó a la política de la mano de la «extrema derecha». Entre tanto, Federico Pérez Peralta acusaba voz en grito a los concejales de enfrente de haberle amenazado, y poco después, José Blas Fernández le advertía a Marta Meléndez que se verían en los juzgados por haber faltado al honor y a la intimidad de su familia.
Y entre todo esto, se debatieron algunos puntos, aunque después de las intervenciones de unos y otros, la respuesta más recurrente fue: «vamos a contar mentiras, tralará».