La trampa de los clubes privados
Algunos bares se rebelan con la creación de sociedades de fumadores
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLos incidentes que ha ocasionado la aplicación de la ley antitabaco han sido pocos y aislados. Pero los hay. El más grave, el que protagonizó un enfermo en un hospital de Vizcaya al llamarle la atención una auxiliar de Enfermería por fumar en el pasillo. El fumador acabó detenido por la Policía.
Pero también están surgiendo nada más estrenarse la nueva ley antitabaco, el asador marbellí Guadalmina atrajo los focos mediáticos declarándose en rebeldía asegurando que la nueva legislación «es una cortina de humo» creada por el Gobierno para «tapar siete años de destrucción masiva», según reza en uno de los carteles que el dueño del restaurante colgó en las ventanas. A partir de este caso, desde un bar de Getafe también se lanza un llamamiento al incumplimiento de la ley.
El resquicio que han encontrado algunos restauradores es la creación de clubes de fumadores, al estilo de las sociedades gastronómicas, como propuso el propietario del asador marbellí.
El presidente de la Federación Andaluza de Hostelería, José Manuel Ledesma, explicó ayer que en este caso, el establecimiento «quedará fuera de las competencias de la Federación Andaluza de Hostelería». Aunque Ledesma no ve mal que una empresa quiera convertirse en un club privado de fumadores y recordó que «existe en Estados Unidos y en toda Europa», aunque recordó que para ello se requieren una serie de requisitos, redactar unos estatutos y establecer unos socios.
En Castellón también se registró ayer otro caso parecido al malagueño. En esta ocasión, los inspectores de la Conselleria de Sanidad levantaron acta contra el bar de la localidad en el que se permite fumar desde que sus dueños se declararon «objetores» de la ley antitabaco porque, según dijeron, sus ingresos descendieron entre el 75% y el 80% los dos días que la aplicaron.
El representante de los hosteleros andaluces, Ledesma, también quiso calmar los ánimos y pidió tiempo para que «la gente asuma la ley». Ledesma, aseguró que los restaurantes, cafeterías y bares andaluces están cumpliendo «total y absolutamente» con la nueva regulación, por lo que ha rechazado las cifras de denuncias presentadas por organizaciones de consumidores como Facua, sobre la que lamentó su actitud «inquisidora y persecutoria».
Política polémica
Durante estos primeros días de la aplicación de la normativa también hay lugar para la polémica política. Uno de los argumentos már recurrentes para criticar esta ley ha sido el de que se permita y fomente la denuncia por parte de los ciudadanos. El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, quien estuvo de actualidad el año pasado por el comentario despectivo contra la ministra de Sanidad, Leire Pajín, por sus 'morritos', declaró en este sentido que le parece «absolutamente lamentable» que se «invite a los ciudadanos a denunciarse unos a otros».
De la Riva aclaró que las inspecciones sobre el cumplimiento de la norma en su ciudad dependen de la Consejería de Sanidad de la Junta y lamentó que los vecinos denuncien a los fumadores. «Así empezaron cosas muy terribles en la historia de la humanidad con denuncias unos a otros», expresó el primer edil vallisoletano, haciendo referencia a la persecución de los judíos por los nazis.
Precisamente, fue la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, quien recordó en el primer día de aplicación de la ley a los ciudadanos que «pueden denunciar a aquel que esté incumpliendo» la norma y fume donde esté prohibido. La titular de Sanidad insistió en que serán ellos mismos «los primeros que van a exigirlo», dada la «cultura cívica de este país».